El contorno de los héroes
Para aquellos que disfrutan de la temática de la Segunda guerra mundial, y para quienes pensaban que no había nada más para decir o mostrar al respecto, se estrena en nuestro país Flame y Citrón (2008), un film danés que dibuja los avatares de la resistencia en ese país durante 1944.
Enfocado temporalmente en los últimos tramos de la Segunda guerra mundial, la película intenta recrear a quienes fueron considerados los héroes de la resistencia danesa contra los nazis.
Flame (Thure Lindhardt) y Citron (Mads Mikkelsen), cuyos verdaderos nombres son Bent Faurschou-Hviid y Jørgen Haagen Schmith, conforman un dúo temerario y su fama se ensancha día a día por la frialdad y la efectividad al momento de asesinar traidores. El primero se destaca peligrosamente por su cabello colorado y no duda a la hora de jalar el gatillo. El segundo promedia los treinta y parece lidiar con más cuestionamientos. Desde el inicio, su carácter dubitativo queda plasmado en un rostro de mirada frágil y excesivamente sudoroso.
Aún así, al inicio del relato todo parece tener un sentido o una causa, y todos aparentan tener un rol, aun en ese mundo patológico. Pronto, aquella duda que incomoda a Citron comenzará a corroer las endebles seguridades: ¿Por qué matan?, ¿quién mueve los hilos de sus acciones?, ¿en quién se puede y se debe confiar?
Lejos de quedarse en un cuadro del sufrimiento patético vivido por la población europea durante aquellos años o de contarnos la historia de un amor trunco, Flame y Citrón indaga en varias cuestiones interesantes: ¿Qué moviliza a los héroes a comprometer su vida en estas causas?, ¿qué sucede cuando uno no conoce más que un mundo en guerra?, ¿cuál es el lugar que queda para el amor y la familia?
Citron tiene una esposa y una hija, pero el amor que siente por ellas no es suficiente para evitar convertirlas en protagonistas de una vida cada vez más ajena. Flame ingresa en el universo idílico con una mujer que, por el contrario, es parte de esta dinámica bélica, recelosa y complicada. Ketty lo supera en edad, encarna la atracción, inevitable para un joven de 23 años, y la desconfianza, inevitable para un miembro de la resistencia clandestina.
El director Ole Christian Madsen intenta abrir una brecha en la visión patriótica de estos héroes daneses. Ofrece una historia bien contada, con elementos de cine noir y matices documentales. Las actuaciones son realmente destacables, lo que evidencia una buena fórmula compuesta por los actores y el director. Hay que resaltar el trabajo de los protagonistas, el maleable Thure Lindhardt y Mads Mikkelsen, quien hoy es el actor número uno en Dinamarca.
Para el público danés, un enfoque revolucionario que ha generado adeptos y controversias. Para nosotros, un film por demás ameno, con gran belleza en sus imágenes y recorte sagaz de un hecho histórico insoslayable.