Lelouch lo hizo mejor hace 50 años
Un film francés para adolescentes, «Flores del mal», sobre el difícil romance de un nieto de inmigrantes musulmanes y una hija de exiliados iraníes, se estrenó primero en la sala 2 del CCSM (allá en el quinto subsuelo) y luego on mayor número de pasadas en el cine club Buenos Aires Mon Amour. Autor, un húngaro formado en Sudáfrica, Alemania y Francia, David Dusa, debutante igual que sus guionistas y sus dos intérpretes.
La acción se ambienta en 2009 en Paris. La joven está todo el tiempo mirando desde la computadora las manifestaciones contra el proceso electoral iraní y la consiguiente represión que hay en su tierra. Vive preocupada por sus amistades, y un poco avengonzada de hallarse en lugar seguro. Mientras, el pibe está todo el tiempo moviéndose con pasos de hip hop, bailando en la via pública y otros lugares, trabajando como botones de hotel y, lógicamente, buscando en Internet cualquier información sobre ese raro país de donde viene una chica tan linda y tan seria.
En verdad, ella no es tan seria, y se ocupa de despabilarlo imponiéndole las poesías de Omar Jayyam, el celebrador del vino, y Charles Baudelaire (de ahí el título del film). Ella tiene actitudes que el otro quizá no se esperaba. Ojos occidentales pueden verlos cercanos, pero, por empezar, se trata de una acomodada persa laica y un laburante franco-magrebí religioso. El resultado, entonces, dependerá de la fuerza del amor, la intención del autor, y el peso de los jueguitos visuales, musicales y estilísticos que llenan la pantalla y buscan entretener a la platea.
Todo está contado en un gran patchwork de géneros, tonos y estilos diversos, con extenso material de youtube envolviendo los sentimientos de la parejita despareja de difícil futuro. Entretenida, incisiva y a la vez inocente, más rara que buena, interesará, precisamente, a los buscadores de rarezas, y también a algunos estudiosos de la sociedad contemporánea.
Dicho sea de paso, hace ya medio siglo Claude Lelouch también empezó con una vocación similar de unir historias sentimentales, entornos de actualidad, lucimientos técnicos, cambios contínuos y personajes contrapuestos (una dama y un canalla, un gato y un ratón, etc.). Pero tenía más fuerza, y más talento.