Focus, con Will Smith, luego de dos años fuera de las cámaras llega a los cines Argentinos.
Hay una especie de sub género en la comedia policial, que es el de aquellas películas en las cuales el espectador se conecta con el estafador en lugar del héroe que pretende atraparlo, en el medio de una trama plagada de giros y engaños. El primer recuerdo que tengo de eso es la película El Golpe (The Swing, George Roy Hill, 1973), que fue un punto de giro en el género para la mayoría de nosotros, y el último, sobre todo para los argentinos, es Nueve Reinas.
Focus se encuentra cercana a El golpe, tratando de generar una trama en la cual, desde el principio, las cosas no son lo que parecen. Todo es una fachada, victima, victimario y situación, todo es falso. Y tal vez ese es el motivo por el cual la película que tiene unas cuantas buenas ideas, no puede desarrollar bien casi ninguna, trata de engañar tanto al espectador, que a los veinte minutos, uno ya no compra nada.
Otro de los grandes problemas que tiene Focus es que, para hacer que una trama plagada de engaños funcione bien, las actuaciones tienen que ser verosímiles. Will Smith es un actor que a veces hace trabajos aceptables, pero en líneas generales no se ha podido cargar encima una película en la cual su actuación fuese primordial, y esta no es la excepción. Fluctúa entre el carismático y el triste, y en ninguna de las dos se convierte en un personaje demasiado concreto. Su co-estrella Margot Robbie, es de una belleza pocas veces vista, pero como actriz es más que fallida, no hay una escena en la cual pueda hacerse creíble para el espectador, cosa que en esta película es imprescindible.
Estéticamente, para nosotros, la película tiene el encanto de que más de la mitad fue filmada en Buenos Aires, y uno puede reconocer partes de Recoleta, San Telmo, Caminito, y otros lugares. Ese dato solo, debería darle a la película una aceptable agenda en nuestras salas, a pesar de que, como película, no reviste la menor importancia, sirviendo solo para pasar un buen momento.
Particularmente recomendable para aquellos que salieron fanatizados con Nueve Reinas, Focus puede representar una muy buena experiencia en el cine, aunque cabe advertir que carece de la parte interesante que el film argentino brindaba con su “picardía porteña”, su contraparte es el acartonado personaje de Smith.