Focus: maestros de la estafa

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

Cuando Buenos Aires es la estrella
Will Smith es un actor carismático y bastante selectivo a la hora de ser dirigido, con apenas veinticuatro títulos en igual número de años.
Su consagración tuvo lugar a mediados de la década del ’90 con dos películas sucesivas de su corta filmografía: “Día de la independencia” y “Hombres de negro”. Esta última tuvo dos secuelas igualmente exitosas y no sería de descartar que tenga en algún momento, no muy lejano, un cuarto capítulo.
“Focus” del dúo Glenn Ficarra y John Requa (“Loco estúpido amor”) se estrena aquí con un segundo título (“Maestros de la estafa”) que claramente anticipa de qué va la película. Pero lo que no dice es dónde tienen lugar los timos ni obviamente quiénes son sus ejecutores.
El lector que imagine que uno de ellos es el actor de “Muhammad Ali” no se habrá equivocado pero si decide revisar el reparto es probable que no encuentre muchos nombres conocidos. La actriz principal es Margot Robbie, una muy bella y joven australiana, que se hizo notar hace un año en “El lobo de Wall Street”. Y del resto seguramente el brasileño Rodrigo Santoro le sonará familiar o conocido al haberlo visto en “300”, “Che” (como Raúl Castro) o antes en “Carandirú” de nuestro Héctor Babenco.
El guión de “Focus” no es demasiado novedoso y lo que salva al film es que resulta entretenido, aunque menor. La mitad inicial, que es la mejor, transcurre en Estados Unidos siendo en particular destacable la larga escena en el Super Bowl. Será el dramático momento en que Nicky (Smith), en compañía de Jess (Robbie), arriesgue dinero “non sancto” y no todo propio (parte pertenece a otros miembros de la banda) en una apuesta con un chino presente en el estadio. Como acertado fondo se escucha la voz de Mick Jagger en “Sympathy with the Devil” y puede decirse que el “diablo” pareciera haber invadido el alma de nuestro simpático estafador. La resolución de esta situación resultará ingeniosa, pero poco después el espectador asistirá a un giro sorpresivo seguido de un brusco salto “3 Years Later”.
Y ahora la acción se trasladará a Buenos Aires con el imaginable reencuentro de la pareja central. De ahora en más la estrella será Buenos Aires no sólo por las imágenes en lugares conocidos, aunque bien elegidos, como “Caminito”, San Telmo, varios hoteles famosos (Faena, Hilton) o vistas nocturnas como una muy bella de Puerto Madero. Y alguna frase apropiada como cuando refiriéndose al vino la chica le dice que “en Argentina lo que todos beben es Malbec”
Pero lo que se gana en vistosidad se pierde en atractivo temático y hacia el final lo mejor será el protagonismo de Owens, que personifica un actor veterano, casi exclusivamente de series. Se trata de Gerald McRaney, que en una nueva casualidad similar a la que acontecía en la cartelera local hace un mes con el ganador del Oscar (Eddie Redmayne), también está en otro estreno de esta semana (“Lo mejor de mí”).
La escena final transcurre en otro lugar conocido de Buenos Aires que no conviene develar. Y si usted cree haber visto a Juan Minujin en el film no se equivoca. Le aclaro que él, al igual que McRaney, está también por partida doble en “Pistas para volver a casa”, otro estreno de la semana.