Mucho mejor que las últimas películas que ha realizado Will Smith, y satisfactoria en grado suficiente, Focus podría haber sido un film mejor si tuviera –mil perdones– foco. Cuenta muchas cosas aunque cuente solo una: la relación entre dos expertos estafadores, uno de los cuales es Smith y la otra, la rubia Margot Robbie, a quien vieron en “El lobo de Wall Street” y aquí hace algo un tanto diferente. Smith demuestra no solo que puede hacer personajes de comedia con toques dramáticos con absoluta facilidad sino que gracias a esa capacidad es que la pasamos bastante bien. La Robbie, de hecho, logra responderle el dueto sin demasiados problemas. El guión está plagado de vueltas de tuerca como corresponde al género “te engaño pero no te engaño pero te engaño”, y eso vuelve el asunto bastante entretenido. Es decir, la combinación trama enrevesada pero rápida, actores con carisma pero que saben ser personas alcanza para que tengamos la impresión de estar ante una gran película que es solo buena. Los realizadores John Requa y Glenn Ficarra (que hicieron un gran film sobre relaciones y autodescubrimiento con “Te amo, Phillip Morris”) no terminan de decidir si lo más importante es el romance o la trama, y eso es un punto débil. Sí, sí, se filmó en parte en Buenos Aires y luce muy linda, pero el film es algo diferente de sus locaciones aunque no mucho respecto de sus protagonistas.