Una elegante película de estafas que pierde el foco de su historia
Nicky (Smith) es un estafador experimientado que conoce a Jess (Robbie), una novata a quien comenzará a entrenar en el arte del engaño y con quien pasará a tener una relación que va mucho más allá de lo profesional. Luego de un exitosa estafa, Nicky decide cortar repentinamente la relación entre ambos y desaparece. Tres años despues Nicky viaja a Buenos Aires contratado por un magnate del automovilismo internacional para perpetrar una nueva trampa, pero el plan cambia cuando Jess aparece nuevamente en escena.
Fuera de foco
focus_ver4Focus -también conocida como la película que Will Smith filmó en Argentina- es una historia de estafadores y estafados. Pero donde las estafas quedan relegadas a un segundo plano para, en su lugar, concentrarse en la relación amorosa entre dos artistas del engaño que carecen de química alguna.
Cuando los guionistas y directores Glenn Ficarra y John Requa planearon Focus, lo hicieron con los actores Ryan Gosling y Emma Stone en mente para los papeles principales, con quienes ya habían trabajado juntos en la comedia romántica Loco y Estúpido Amor y tenían una buena química asegurada. Evidentemente las conversaciones no llegaron a buen puerto, ya que en su lugar terminamos ligando a Will Smith y Margot Robbie, la Loba de Wall Street, extraña dupla si las hay. Ambos componen una pareja de estafadores que se conocen en medio de un engaño. Aquí comienza a darse una una relación maestro/aprendiz que, gracias al carisma de Smith y la frescura de Robbie, resulta muy eficaz. Pero lentamente esta relación profesional comienza a mutar y se transforma en una relación amorosa, lo que termina por desperdiciar todo lo que tenía a favor la película hasta ese momento. Nunca nos interesa lo que le suceda a Smith y Robbie como pareja, por el simple hecho de que pareciera que ni a ellos les importara. La relación entre ambos es un fiel reflejo del problema que aqueja a la película: la falta de chispa. Falta de chispa entre sus protagonistas y falta de chispa en su historia. Que al igual que un petardo con pólvora mojada, se apaga cuando en realidad debería explota. Constantemente la cinta nos recuerda que, a la hora de engañar, es importante no perder el foco. Pero justamente la película es la primera en perderlo.
Pero no todas son pálidas en Focus. Aunque está muy lejos entrar al panteón de las grandes películas sobre estafadores junto a otras obras de gente como David Mamet o nuestro propio Fabián Bielinsky, la cinta nos regala varios buenos momentos, como una escena de apuestas descontroladas durante un partido de fútbol americano, por ejemplo. Se mueve de manera rápida y con estilo, mostrando a la Ciudad de Buenos Aires de tal manera que parece salida de un folleto turístico. Y aunque Smith y Robbie no son convincentes como pareja, cuando la película no está centrada en su relación amorosa es cuando mejor funciona. Sobretodo para Margot Robbie, ya que si alguien sacará provecho de esta película, sin dudas será ella ya que le abre las puerta a futuros roles protagónicos que serán bien merecidos.
Conclusión
Focus es la clásica cinta que se disfruta mejor una tarde de fin de semana lluviosa. No tiene grandes aspiraciones ni ideas novedosas, pero entretiene manteniendo un buen ritmo narrativo con una elegante puesta en escena. Me encataría poder decir que Smith y Robbie se sacan chispas en una historia que nos mantiene al borde del asiento y adivinando sus giros, me encantaría. Pero es justamente ese el gran fallo de la película.