Un trío de fantásticas actuaciones para un calculado drama biográfico.
Mark Schultz (Channing Tatum) es un medallista olímpico de lucha libre quien en un día recibe una oferta que no puede rechazar. John du Pont (Steve Carell), excéntrico heredero de una de las familias más ricas de Estados Unidos, le ofrece ofrece instalarse en su lujosa residencia y entrenar en su campo de entrenamiento de alta competición para competir junto a su equipo Foxcatchet en las Olimpiadas de Seul ’88. Buscado alejarse de la sombra de su exitoso hermano Dave (Mark Ruffalo), Mark acepta la oferta de du Pont sin saber como esa decisión terminará afectando sus vidas.
Titanes en el Ring
Con solo tres películas en su haber (Capote, Moneyball y la que aquí nos importa) Bennett Miller ha demostrado ser un director sumamente clásico, de esos que ya no se ven tan seguido. Foxcatcher es un film basado en hechos reales, que se siente fuera de su tiempo y que tranquilamente podría haberse hecho durante la década del 70. Es un crudo y calculado relato que no viene servido en bandeja. Sugestiona y provoca al espectador, nos manipula pero al mismo tiempo no nos damos cuenta que estamos siendo manipulados. Es una película en donde la historia pasa por su personajes, y no al revés. Miller otra vez se mete con el sueño americano y los valores de la sociedad norteamericana. Refleja con una crudeza absoluta ese sentimiento en el que lo único importante es ganar y ser el mejor, sin importar lo que perdemos en el camino y la persona en que nos trasformamos para lograrlo. El director se pregunta que impulsa a sus personajes, y las respuestas son desoladoras.
Foxcatcher es, más allá de todo, la historia de un crimen. El film nos relata lo hechos que terminaron desembocando en el asesinato de David Schultz. Hechos que nunca están abordados desde un punto de vista policial, sino que más bien construyen lentamente el estado emocional de los personajes que terminaron estando involucrados en este suceso. Miller aprovecha en su totalidad cada una de sus escenas. Nos va revelando la historia de a poco y al mismo tiempo nos va entregando información sobre los personajes, incluso a veces explorando sus costados más grises y sugiriendo cosas que terminarán quedando al criterio de cada espectador.
Con el preciso guión escrito por E. Max Frye y Dan Futterman y el soberbio trabajo de fotografía a cargo de Greig Fraser, son las actuaciones de su trío protagónico lo que terminan convirtiendo a Foxcatcher en una gran película, y que la posicionan con total justicia entre las máximas candidatas a competir por todos los premios que tan seguido se entregan durante esta temporada. Quizás quien más llame la atención sea Steve Carell con su interpretación del excéntrico millonario y fundador del equipo de lucha libre Foxcatcher, John du Pont. Carell es merecedor de todos los halagos ya que crea un personaje enigmático y al mismo tiempo perturbador. Y teniendo un pasado dedicado pura y exclusivamente al género de la comedia, esto llega como una verdadera revelación. Por eso mismo quizás quede regalada (no por falta de mérito) la actuación de Channing Tatum como Mark Schultz, quien vive bajo la sombra de su hermano y encuentra en du Pont la posibilidad de independizarse y lograr transgredir por si solo. Por su parte Mark Ruffalo interpreta a David Schultz, la figura paternal de Mark y por la cual no puede evitar sentirse apocado. El trabajo de Ruffalo es más introspectivo pero no por eso menos satisfactorio, y lo que termina por otorgarle a la película un perfecto balance de intensidad, locura y sanidad.
Conclusión
En definitiva, estamos ante la presencia de un drama que se edifica sobre las interpretaciones de Steve Carell, Channing Tatum y Mark Ruffalo, quienes son los que terminan dando vida a estos personajes dirigidos con suma precisión por Bennett Miller. Foxcatcher es un film maduro y al mismo tiempo desafiante, insinúa y nos permite seguir armando el relato en nuestras cabezas, yendo más lejos de lo que se ve en pantalla.