“Fragmentado”: el doctor Jekyll y sus 42 Mr. Hydes
El creador de un género personal de suspenso se ocupa esta vez de un psicópata que tiene múltiples personalidades, y que secuestra a tres adolescentes que deben negociar con alguna de sus mutaciones.
A esta altura, las películas de M. Night Shyamalan ("Sexto sentido") son un subgénero aparte dentro del cine fantástico de las ultimas décadas. Reconocido esto, no se puede dejar de notar que, a veces, repite demasiado la fórmula de una historia que plantea un enigma que se resuelve con una sorpresiva vuelta de tuerca final. Pero esta vez saca una par de ases de la manga. O mejor dicho, en "Fragmentado" saca unos 23 ases, ya que éste es el número de personalidades en las que multiplica la mente del protagonista, James Mc Avoy, cuyo complejo tour de force actoral se convierte en el principal motivo, aunque no el único, para recomendar este original psycho thriller.
Aquí también hay un par de sorpresas argumentales hacia el final, pero sostenidas en una historia que no depende especialmente de ellas, sino que va construyendo un clima de tensión progresiva a lo largo de las casi dos horas de metraje, a partir de la segunda escena en la que un psicópata secuestra a tres chicas adolescentes para encerrarlas en un siniestro calabozo. Las chicas escuchan con horror que podrán ser devoradas por un ser especial, y dos de ellas se desesperan por huir del extraño sitio atacando al agresor. Pero una se da cuenta de que, entre las muchas personalidades de su captor, hay algunas con las que puede interactuar favorablemente para huir.
El suspenso crece a medida que esta chica Ana Taylor-Joy, de la reciente "La bruja"- recuerda experiencias de su vida que le pueden ser útiles en la actual situación, mientras a su vez el criminal multifacético sostiene sesiones de terapia con su cada vez más preocupada psiquiatra, que está convencida de que cada personalidad de su paciente tiene una conciencia y detalles físicos independientes de las demás. Lo que no sabe es que tal vez las 23 personalidades están escondiendo una personalidad adicional temible.
El director y guionista arma un rompecabezas tan perturbador como entretenido, bien filmado y, como ya dijimos, muy bien actuado por James Mc Avoy, que debe haberse divertido mucho con su metamorfosis. Un detalle importante: a manera de epílogo, una escena en los créditos del final conecta este film con uno de los primeros de Shyamalan, logrando que el espectador pueda darle una lectura distinta a todo lo ya visto.