El realizador de “Sexto sentido” y “La aldea” regresa con su mejor película en muchos años, una historia de suspenso y terror acerca de un extraño y macabro hombre con múltiples personalidades que secuestra y encierra a tres adolescentes. James McAvoy y Anya Taylor-Joy protagonizan este thriller que, como suele acostumbrar el director, reserva un par de sorpresas para el final.
En FRAGMENTADO, el director M. Night Shyamalan continúa el retorno que sus fans estábamos esperando. El director de SEXTO SENTIDO, EL PROTEGIDO y SEÑALES, en algún momento considerado el sucesor de Steven Spielberg en el universo de un cine comercial y popular de calidad, empezó luego de esos filmes una lenta decadencia en la cual cada película era un poco peor que la anterior. Si bien sus siguientes tres filmes (LA ALDEA, LA DAMA DEL LAGO y EL FIN DE LOS TIEMPOS) tenían algunos elementos de su reconocida maestría (planos largos y misteriosos, historias contenidas en pocos personajes, tramas con ingeniosas vueltas de tuerca), cada uno parecía más irregular que el anterior. Y las dos últimas (EL ULTIMO MAESTRO DEL AIRE, DESPUES DE LA TIERRA) ya fueron fracasos totales: superproducciones infantiles y de ciencia ficción en las que el director estaba completamente fuera de su elemento.
A partir del éxito de la serie de televisión que produce (WAYWARD PINES), se produjo una suerte de recambio en su carrera, una vuelta –si se quiere– a los comienzos, filmando películas pequeñas, contenidas y de bajo presupuesto producidas por Blumhouse Productions, compañía especializada en hacer cine de terror y suspenso con poco dinero y ganar mucho con productos como ACTIVIDAD PARANORMAL, la saga de THE PURGE, OUIJA, LA NOCHE DEL DEMONIO y muchas otras. Shyamalan filmó para ellos LOS HUESPEDES, su versión de un relato de falso found footage (ese estilo hoy usado hasta el cansancio que arrancó con LA BRUJA DE BLAIR WITCH) que se pasaba literalmente de rosca y se transformaba casi en una tesis sobre el cine y el arte de narrar historias.
FRAGMENTADO combina esta nueva faceta del cine del realizador de origen indio con sus estilos y temáticas iniciales de una manera aún más efectiva, de hecho hasta citando en el camino su propia obra. El protagonista (James McAvoy, en un trabajo asombroso de constantes transformaciones) es un hombre que posee… 23 personalidades (sí, leyeron bien) y cuya alteración mental lo lleva a secuestrar a tres adolescentes y encerrarlas en un oscuro y cavernoso sótano con siniestros planes. En realidad el que las secuestra es Dennis, una de las personalidades de Kevin (tal es su nombre original), el más dominante del “grupo”. Está el más accesible Barry, el infantil Hedwig (que dice tener 9 años), Patricia y otros más que, para no confundir más al espectador, casi no aparecen.
Con las chicas encerradas, Kevin (o, más bien, Barry) tiene continuos encuentros con su terapeuta (Betty Buckley, la hoy veterana actriz de CARRIE), quien está convencida que las personalidades de Kevin lo transforman, literalmente, en distintas personas y no solo uno con diferentes formas de ser y pensar. Pero sus ideas sobre el tema no son muy tenidas en cuenta en la comunidad psiquiátrica/neurológica. Las chicas, en tanto, tratan de escapar, pero la única que parece darse cuenta cómo jugar con su captor es Casey (Anya Taylor Joy, la chica de familia argentina que protagonizó LA BRUJA), también una joven un poco inestable emocionalmente y solitaria. Es claro que entre ambos –secuestrador y secuestrada– hay una conexión ligada a diferentes manifestaciones de algún trauma infantil que la película de a poco irá develando.
Si bien FRAGMENTADO por momentos se pasa de expositiva –hay mucho que explicar y entender de las diversas personalidades e historias, por lo que los flashbacks y las sesiones de terapia a veces funcionan solo para eso–, Shyamalan crea suspenso no solo a partir del secuestro, sino a través de la amenaza de Barry y Hedwig de que una nueva personalidad, casi sobrehumana, a la que llaman La Bestia, vendrá para acabar con todo, una suerte de manifestación brutal que reunirá/someterá los fragmentos de ese traumatizado personaje. Otro enorme punto a favor del filme es la fotografía de Mike Gioulakis, que viene de lucirse en su trabajo en TE SIGUE y que, con sus largos y ágiles planos, convierte cada pasillo del sótano en el que las chicas están encerradas en un laberinto infernal y cada escalera en un homenaje a Hitchcock y De Palma.
Para el final habrá, previsiblemente, algunas sorpresas. Una de ellas, dejará particularmente satisfechos a los fans de la obra del realizador y abrirá las puertas a que FRAGMENTADO pueda tener una suerte de continuidad más original que las habituales secuelas. Es imposible analizar del todo el filme sin entrar, al menos tangencialmente, en el terreno del spoiler por lo que solo diré acá que, de a poco en su trama y, especialmente, en su final, la película termina revelando ser no un filme de horror sino otra cosa. Ya verán cuál…