Fragmentado trae de regreso el mejor cine de M.Night Shyamalan luego de numerosos proyectos fallidos que no lograron convencer al público en esta última década.
Un cambio notable en la filmografía del cineasta que empezó a gestarse en su labor previa, Los Huéspedes, donde se pudo percibir un regreso a sus raíces artísticas.
A diferencias de las producciones que hizo en los últimos años, en Fragmentado nos encontramos otra vez con una película especial, cuya reseña requiere un cuidado meticuloso para no adelantarle demasiados detalles a los lectores sobre la experiencia que les espera en el cine.
Algo que tal vez no ocurría desde el estreno de Señales.
En esta oportunidad Shyamalan vuelve a demostrar un dominio absoluto del género de suspenso con la historia más oscura y retorcida de su filmografía. Un relato intenso que aborda las enfermedades mentales y los abusos sexuales en un conflicto que se vuelve atrapante a medida que se desarrollan las historias de los personajes.
Más allá de su talento como narrador a la hora de construir situaciones de tensión, el director en este trabajo delegó el peso del film en las interpretaciones de los dos protagonistas.
Cuesta entender que James McAvoy haya sido ignorado en todas las entregas de premios de esta temporada, cuando sacó adelante con una maestría absoluta un rol tan complejo y demandante como el psicópata Kevin Wendell. Supongo que si tocaba el clarinete en alguna escena los genios iluminados de la Academia de Hollywood lo hubieran tenido más en cuenta.
Obviamente no vas a descubrir que McAvoy es un gran actor con esta película porque hace muchos años que se destaca con sus interpretaciones en el cine, pero si lo vas a disfrutar de un modo especial.
El modo en que trabajó las transformación de las distintas personalidades de su rol es extraordinario.Wendell es un personaje aterrador, pero a la vez atractivo e interesante de seguir por la locura en la que se desenvuelve su vida cotidiana y en ese punto encontramos la virtud del trabajo de McAvoy.
La humanidad que le otorgó a su composición generó que el personaje no se convirtiera en un trillado villano del cine de terror.
Fragmentado probablemente no hubiera sido lo mismo sin la labor de Anya Taylor-Joy que estableció una química estupenda con McAvoy a través de un personaje intenso que resulta más interesante de lo que parece su introducción.
La actriz que ya se había destacado en el film de terror La bruja, sobresale con otra gran interpretación que la obligó a trabajar diversos rango de emociones.
Me gustó mucho lo que hizo en esta película y creo que es una de las nuevas figuras del cine para seguir con atención en el futuro.
En el tercer acto de esta historia Shyamalan no puede con su genio y encara la película por el terreno de la bizarrada total. No obstante, dentro del marco en el que se desarrolla el cuento, esas situaciones tienen un sustento por el cierre impecable que luego le da a la historia.
La escena final te roba una sonrisa y consolida el regreso del director en el género que mejor domina.
Con su nueva obra M Night. Shyamalan volvió a recuperar la confianza de sus seguidores y obtuvo un suceso comercial que viene siendo muy elogiado a nivel internacional.
Queda por esperar que no arruine este buen momento de su carrera y continúe ofreciendo buenas películas.