En 2007 Cristina Vázquez, oriunda de Posadas, se establece en Buenos Aires, construye una vida, hace nuevos amigos. Yo soy una de sus nuevas amigas. Trabajamos juntas en un restaurante. En ese lugar ocurre la redada policial que convierte a mi amiga Cristina en La reina del martillo: una joven mujer desenfrenada, drogadicta y promiscua que es, además, una asesina. Meses después, sin pruebas, es juzgada y condenada a cadena perpetua. Fragmentos de una amiga desconocida se adentra en la historia que convirtió a Cristina Vázquez en la sospechosa perfecta. Un relato que, sin pruebas fehacientes, la tiene aún hoy en la cárcel.