El 3 de abril de 2002 amaneció como cualquier otro. Es que los días que cambian nuestra vida para siempre se nos presentan iguales al de ayer, rutinarios, y a veces intrascendentes. Un día más, como cualquier otro, hasta que algo cambia nuestra vida para siempre. Así debió haber sido aquel 3 de abril para Susana Trimarco, para su hija Marita Verón, y para su nieta Micaela, las tres mujeres protagonistas de esta historia. Ese 3 de abril, Marita es secuestrada en la calle. Más tarde es esclavizada, como miles de niñas y mujeres, para ser parte de una red de trata de personas y prostitución. Fragmentos de una búsqueda es el retrato de una familia partida. Susana, la madre que busca a su hija, enfrentando a una sociedad sorda y ciega. Daniel, el padre vencido por el dolor de la pérdida. Marita, la hija ausente, y Micaela “una niña grande” que persigue sus sueños incluida en una dura realidad.