"El verdadero Frank Castle"
Clint Eastwood desembarca nuevamente en la pantalla grande con una potente historia de suspenso basada en la vida del francotirador más letal de la historia de los Estados Unidos. El resultado es un correcto film bélico que disfrutaran solo unos pocos.
“American Sniper” cuenta parte importante de la vida de Chris Kyle, un francotirador norteamericano al que se le adjudican más de 160 muertes confirmadas tras sus repetidas misiones en la guerra de Irak. Por ese implacable accionar, Kyle fue apodado “el demonio de Ramadi” dentro de esta zona de guerra y los iraquíes llegaron incluso a ponerle un precio tan elevado como absurdo a su cabeza (ni más ni menos que 20 mil dólares).
Puertas adentro, Kyle es considerado un verdadero héroe y referente para los combatientes norteamericanos, quienes luego de conocer sus proezas lo empezaron a llamar “la leyenda”. Obviamente, como era de esperarse, el paso del tiempo le daría a Kyle una serie de importantes condecoraciones que lo pondrían en el ojo de la opinión pública (momento que el ex combatiente aprovechó muy bien y publicó su exitosa autobiografía devenida en best seller).
La nueva película de Eastwood coquetea con ambas caras de esta polémica personalidad y sorteando varias complicaciones podemos decir que consigue ofrecer una versión fría, seca y sin demasiada profundidad dramática sobre la agitada vida de este soldado.
Con el pulso que lo caracteriza, el director de “Jersey Boys” logra que su nuevo trabajo sea una película que aprovecha muy bien sus tiempos pese a carecer de un ritmo dinámico y completamente atrapante. Es decir, avanzando de a poco pero siempre de forma ascendente, “Francotirador” te sumerge por igual en un infierno de balas y tensión pero también en la cotidianeidad familiar con la que nuestro protagonista parece sentirse bastante incomodo.
En ese punto es donde se encuentran las falencias de esta propuesta que, si bien bajo la atenta mirada de un amante del género bélico puede parecer infalible, nunca termina por consolidarse cómodamente como un drama. Y como ambos géneros supieron combinarse de gran forma a lo largo de la historia del cine, no está mal pensar que “Francotirador” podría haber sido una película mejor.
Bradley Cooper sostiene con su trabajo todo el peso de la película, llevando al espectador a un punto de extraña comodidad en donde la irrupción de cualquier otro personaje termina siendo una molestia. Ahí es donde aparece el paupérrimo trabajo de Sienna Miller, quien como la esposa de Kyle no logra transmitir la química necesaria para crear junto a Cooper una historia romántica lo suficientemente consistente para explotar el lado dramático que implican los conflictos bélicos.
Por este motivo, “Francotirador” es una propuesta en la que Eastwood se luce solamente a la hora de mostrar las diferentes misiones en las que Kyle se ve involucrado. Estas escenas (todas y cada una de ellas) logran mantener en vilo al espectador gracias al crudo y realista reflejo de las dramáticas situaciones que deben atravesar los personajes involucrados.
Si uno encara esta película con la idea de encontrar un drama, el resultado seguramente será decepcionante. ¿Por qué? porque Eastwood decide dejar fuera de la ecuación el costado dramático de esta historia, cuyo final además es muy significativo y habla a las claras de una realidad que no se puede negar.
Casi como un presagio del trágico desenlace que suponen siempre las inesperadas vueltas del destino, el logo de los excombatientes de SEAL 3, entre los que se encontraba Chris Kyle, reza hasta la fecha la siguiente frase: “A pesar de lo que te dijo tu mamá, la violencia si resuelve problemas”.