American Sniper no es esa gran película que todos alaban, ni mucho menos carne de premios. El nombre de Clint Eastwood claramente ayuda bastante a hacer efervescente el ambiente, pero lo cierto es que en el fondo, el nuevo film del veterano actor y director es un relato bastante conocido ya de las consecuencias que acarrea la guerra. El patriotismo cegador del texano Chris Kyle, a quien se la adjudican 160 muertes gracias a su infalible puntería, puede confundirse fácilmente con patriotismo americano, pero en manos de Eastwood la balanza no se inclina por el lado obvio.
Detrás de una historia que no dice mucho por la repetición constante de la temática, hay grandes momentos de esos que erizan la piel por su crudeza, así como también los hay aburridos y demasiado trillados. American Sniper oscila entre notables escenas de tensión hasta la ahora infame secuencia del retoño plástico de Kyle, pero no se puede decir que aburra. Eastwood tiene una visión y un toque bastante particular, sin muchos aditivos ni tampoco grandes ínfulas. Simplemente agarró un personaje de la historia contemporánea americana y lo uso como vehículo para contar su historia.
En ese aspecto, es esencial la presencia de Bradley Cooper, un sólido actor que ha cimentado su carrera a lo largo de los años y anteriorermente entregó papeles fenomenales y muy diferentes en Silver Linings Playbook y American Hustle. Chris Kyle es otro testimonio más de que Cooper es un excelente actor que eleva el material que tiene a su disposición, pero lejos está de otras brillantes actuaciones en su haber. Durante las dos horas de la vida de Kyle es a él a quien más vemos y seguimos en sus tours de combate y el regreso a su hogar, donde no puede sacarse de encima la sensación de peligro constante. Es en esos momentos en donde Cooper saca a relucir toda su actitud, con pasajes angustiantes y muy entendibles de lo que el deber para con el país puede significar en una persona, así como también aflora la crianza que tuvo el mismo Kyle, con un padre por demás adusto.
Pasando la gran interpretación del protagonista -quien lejos está de otros grandes personajes dentro de la terna nominada al Oscar y de los que quedaron afuera- hay poco espacio para los personajes secundarios, con un gran rol de Sienna Miller como la adorable esposa del francotirador, o los compañeros de combate -Luke Grimes, Jake McDornan, etc- en tierras iraquíes. Sí, son aceptables papeles secundarios, pero no tienen la profundidad suficiente como para comportar un soporte fiable contra la gigantesca figura de Kyle. Son pilares para que la historia funcione y nunca tienen mayor relevancia que cuando interactúan con el protagonista.
American Sniper es una dura película de acción con escenas de gran calibre emocional, lo cual sorprende por la avanzada edad Eastwood, mas no lo hace dentro del marco de su temática, aún con un gran trabajo de parte de Bradley Cooper.