Del gran Clint Eastwood, que regresa al género bélico, nos llega American Sniper, protagonizada por Bradley Cooper y que cuenta la historia de Chris Kyle un francotirador que participara en la reciente invasión a Irak por parte del país de las barras y las estrellas, y que fuera considerado como uno de los mejores francotiradores en la historia.
Francotirador americano es un filme que ha tenido muchas críticas muy polarizadas. Mientras unos la califican de brillante, otros consideran que ese sentimiento patriótico es desbordante y hasta molesto. Incluso la polémica mención al bebé más falso en la historia de las producciones hollywoodenses (increíble que en una producción así se pierdan ese tipo de detalles, es obvio que no usarán un bebé real pero hay que disimular mejor).
Las escenas de guerra están bien logradas y el montaje de sonido es bastante épico, pero las escenas en casa se sienten fuera de lugar. Quizá, y sería un punto a su favor, es un reflejo del mismo Kyle: estar en casa era estar fuera de su zona de confort. Pero hay que decir que esa falta de ritmo es lo que termina enterrando al filme. Y el final, sin duda, queda mucho a deber.
Ahora, mención aparte necesita Cooper. Muchos aseguran que es el mejor actor de su generación. Como dato curioso, es su tercera nominación en fila al mejor actor protagónico, y si el próximo año resulta nominado de nuevo, empatará el récord de Marlon Brando con 4 al hilo. Hay que remarcar específicamente en este filme que su transformación física es remarcable. Pero es discutible la calidad que lo ha llevado a ser considerado por la estatuilla (aunque no ganará).
American Sniper es un filme recomendable sí, pero hay que tomar con cautela todo el sentimiento patriótico que se maneja. pero vamos, sabemos que así son los norteamericanos, y si no nos ponemos quisquillosos en esos temas extra-pantalla, seguro estaremos ante un filme bastante disfrutable.