La nueva película de Clint Eastwood, Francotirador (American Sniper), es la historia de Chris Kyle, un francotirador del ejército norteamericano, que viajó a Irak en 2003 y se dedicó a asesinar 160 personas según el Pentágono, o 255 según reporta él mismo. Cualquiera de las cifras para este personaje se trataba de eliminar "malditos salvajes". Así describe Kyle a sus víctimas en la autobiografía que sirvió de libro para la película que retrata su vida interpretada por Bradley Cooper.
En la primer semana de estreno la película tuvo una recaudación récord en Estados Unidos, consiguió más de cien millones de dólares en los cuatro primeros días y ya tiene 6 nominaciones para los premios Oscar. El New York Times señala este fenómeno "mientras la intelectualidad americana se ocupa en conversar sobre los dramas con poco público como Boyhood y Birdman, cada día los americanos corren en masa a ver un film patriótico y pro-familia, interpretado más como una megaproducción de superhéroe de verano que como un puntual drama bélico con 6 nominaciones al Oscar". La gran maquinaria de Hollywood, en acuerdo con los militares y los sectores de poder, se encarga de instalar los temas necesarios en cada momento. Desde los atentados a las torres gemelas en septiembre de 2001, rescatar héroes militares americanos, exaltar un orgullo guerrerista y demonizar a la población árabe y musulmana, son temas siempre presentes en la filmografía de Hollywood y los premios Oscar.
Pero los primeros días del estreno no sólo destacaron los éxitos de taquilla sino también voces polémicas que se hicieron escuchar. El documentalista Michael Moore comenzó con un twitt:
"Mi tío fue asesinado por un francotirador en la Segunda Guerra Mundial. Nos enseñaron que los francotiradores eran cobardes. Te matan por la espalda. Los francotiradores no son héroes. Los invasores son peores".
Ante esto salieron a responderle sectores del ejército, los medios y la derecha norteamericana. La política republicana Sarah Palin fue una de las primeras. Ella acusó a "los izquierdistas de hollywood que escupen en las tumbas de los luchadores por la libertad y jamás podrían calzarse las botas de Kyle" . Para dejar clara su postura, se tomó una foto que difundió por twitter con la leyenda "Fuck you Michael Moore".
Rupert Murdoch, el magnate empresario de los medios y cabeza de la corporación que maneja la Fox también sumó su voz a través de twitter: "Izquierdistas de Hollywood destrozan héroe americano, muestran cómo están completamente fuera de contacto con América. ¡Bravo Clint Eastwood!".
Ante las críticas a Moore por atacar a las tropas, él respondió: "Al final, de lo que estoy más orgulloso de haber hecho por las tropas fue haber sacado la cabeza afuera hace 12 años y convertirme en un opositor a Bush y a la guerra. Traté de salvar muchas más vidas de lo que un francotirador podría esperar, en primer lugar, previniéndonos de ir a la guerra...¡Entonces, Fox News y otros medios, dejen de decir mierdas sobre mí, suenan ridículos!".
Otras críticas a la película lanzó también Bill Maher, presentador de televisión, actor y periodista. En su programa de HBO se refirió a Francotirador como "la historia de un psicópata asesino". Leyó en vivo extractos de la autobiografía de Kyle, también llamada "American Sniper", en donde dice que disfrutó la guerra y trata a sus objetivos como salvajes: "Me encanta matar chicos malos -incluso con dolor, yo amaba lo que estaba haciendo-", "tal vez la guerra no es muy divertida, pero sin duda lo estaba disfrutando".
Para sumar voces al debate Noam Chomsky se refirió al libro en el que se basa la película: "American Sniper enseña a odiar a los ’malditos salvajes’ que Estados Unidos asesina todos los días" , y, para reafirmarlo, cita también el texto de Kyle que dice: "Salvajes, despreciables, demonios, eso era lo que estábamos combatiendo en Irak... En realidad no había otra manera de describir lo que nos encontramos allí".
Chomsky plantea que la ideología que expresa American Sniper es lo que explica "por qué es tan fácil ignorar lo que es claramente la campaña terrorista más extrema de la historia moderna. La campaña mundial asesina de Obama, la campaña de aviones no tripulados, que oficialmente está dirigida a asesinar personas de las que se sospecha que tal vez algún día planifiquen hacernos daño".
Además de estas personalidades, múltiples críticas aparecieron en las redes sociales cuestionando el racismo y la islamofobia de la película, y poco antes del estreno, un gran cartel publicitario fue intervenido en Los Angeles con la leyenda "Asesino".
Desde otro ángulo, la película también sumó cuestionamientos, ya no en un sentido político: el tema es que esta megaproducción, que tiene un respaldo de millones de dólares, utiliza un bebé de plástico para ahorrar presupuesto. Esta graciosa crítica aportó un video en youtube que sumó 2 millones 300 mil vistas y fue bajado por la Warner antes de que siga creciendo.
Periodistas de medios internacionales como The Independent, Liberation y otros más también apuntaron contra la película. Pero más allá de todas las voces que se alzan para desnudar esta burda propaganda norteamericana, no podemos dejar de ver que esta producción, que costó 58 millones, ya tiene a la fecha una recaudación récord de 204.583.784 dólares tan sólo en dos semanas y en Estados Unidos. En Argentina, la película se estrenó una semana después, en 116 pantallas, y ya está segunda en los números de taquilla semanal con más de 100 mil espectadores. El sistema de dominio mundial imperialista tiene su imagen, y está en Hollywood. No quedan dudas de la necesidad de cuestionarlo.