Otra melodrama sobre un amor que no fue. Lujoso, pero con poca vida. Correcto, pero impersonal. Buena reconstrucción de época. Historia ambientada tras el final de la Primera Guerra. A un pueblito alemán llega un forastero francés que deposita flores en la tumba de Frantz, un joven alemán, muerto en el frente de batalla. Esta visitante sorprende a Anna. ¿Quién es ese misterioso visitante que quiere acercarse a la familia de Franz? El cuenta que es un amigo entrañable de Frantz. Y Anna empezará acercarse cada vez más a ese visitante que le trae recuerdos de su amado y acaso promesa de un nuevo amor. Pero hay un terrible secreto que no vamos a revelar y que dará un violento giro a la historia. Todo es ambiguo. Y al amor le cuesta abrirse camino en un escenario de posguerra que deja asomar los rencores y desconfianza del vecindario –en Francia y en Alemania- que se encargarán de hacerle sentir al otro todo el peso de sus malos recuerdos. Anna y Andrei se necesitan: ella para ilusionarse y él, para lavar culpas. Pero hay demasiados obstáculos. Y el tren del final los dejará solos y sin destino.