Cuenta con muy buenas interpretaciones como las de: Paula Beer, Pierre Niney, entre otros, seguidas de un muy buen guión, estética, ambientación y música. Momentos poeticos, donde está presente el amor, el sufrimiento, las perdidas y una segunda oportunidad para ser feliz. La película de François Ozon tiene un buen desarrollo, entre el flashback, algunos giros, con situaciones en blanco y negro hasta llevarlas al color apelando a los sentimientos de los espectadores.