Una de las noticias más felices de los últimos meses, para espectadores encerrados, fue esta comedia, negra y divertidísima que visita y subvierte un puñado de subgéneros y películas y ahora llega a salas. Los estupendos Kathryn Newton y Vince Vaughn se despiertan una buena mañana en el cuerpo del otro, como en Freaky Friday, ese clásico de la comedia con el que linkea directamente.
Él es un serial killer, grandote y sanguinario: the butcher (el carnicero). Ella una chica con problemas, que lidia con su madre, perdió a su padre y es blanco de bullying en la escuela. Claro, un juego de niños comparado con que la persiga el monstruo. En el que, encima, termina convertida: un hechizo, rito ancestral, impondrá un plazo para que el cambiazo se revierta.
El slasher de las scream queens, la comedia de estudiantina, el terror suelto tipo Halloween, algunas de las citas se mezclan en un recorrido desopilante. Con Vaughn recuperando, en estado de gracia, todo lo hilarante que puede provocar el hombretón que en realidad es una chica, manejando ese cuerpo como una máquina de timing y sentido del humor. El director Christopher Landon, aficionado a los films de horror ochentosos, se divierte y nos divierte, jugando con las convenciones. Te vas a reír, mucho.