Luego de la serie de “Una noche en el museo”, el director y productor Shawn Levy, también responsable de “Stranger things”, desarrolló otra idea de comedia fantástica familiar repleta de efectos especiales. “Free Guy” podría ser definida como “The Matrix”, pero multicolor y nada metafísica, con una pizca de “The Truman Show”. Su trama se basa en las aventuras de un empleado de banco, protagonista absoluto desde el título, un jovial Ryan Reynolds que se levanta con una sonrisa, come cereales infantiles y va feliz a su monótono trabajo. Esto a pesar de que todos los días el banco es asaltado por feroces criminales, entre muchas otras cosas tremendas que nunca lo afectan.
Es que este empleado, sin tener la menor idea, es un ser inexistente en un mundo irreal, apenas un personaje con el que nadie juega en un elaborado video game, o sea una especie de extra en un universo de fantasía. La película relata la liberación de tal personaje de su existencia absurda, y lo hace a través de algunos gags e ideas argumentales atractivas, pero sobre todo mediante un caleidoscópico arsenal de efectos especiales que, a veces, se pasan de la raya. Con todo, hay una buena actuación de Reynolds, y una original y colorida dirección de arte.