Free Guy es de las películas mainstream más completadas de los últimos tiempos.
Parte de un concepto ya explorado, pero aún así no es ni secuela, ni precuela, ni reboot, ni remake. O sea, algo para destacar en los tiempos que corren.
Es una mezcla de The Truman Show (1998) con un RPG violento y la mezcla sale a la perfección. En parte gracias al tremendo carisma y dotes de comedia de Ryan Reynolds, pero también porque hay corazón en la historia.
Te interesás por los personajes secundarios y lo que creen.
Las dos historias de amor funcionan y el público es cómplice de todo y en todo momento. Son fuertes las carcajadas que podés llegar a largar, así como también las exclamaciones de delirios nerds por algunos guiños y cameos en momentos determinados.
Lo único negativo para resaltar es que el film cae en su propia trampa y se repite a sí mismo en un par de ocasiones. El resto del trabajo de Shawn Levy es formidable.
El director ya había demostrado su pericia para la acción mezclada con comedia en las dos entregas de Una noche en el museo (2006 y 2009, respectivamente) y gran narración en Real Steel (2011).
Aquí combina eso y le agrega algo de épica dentro de un mundo en el cual vale todo y por lo cual no se le puede objetar nada. Free Guy es la película ideal para ver en el cine.