Es muy interesante ver como Angelina Jolie va creciendo como realizadora película tras película.
Los planos y encuadres que hay en Frente al mar no estaban en Inquebrantable (2015), que si bien son dos películas completamente diferentes la narrativa de este estreno es superior a sus dos antecesoras, la ya nombrada y In the Land of Blood and Honey (2011).
Es muy difícil contar sobre esta historia sin spoilearla, así que más allá de lo que se lee en la sinopsis solo voy a decir que esta pareja en crisis encuentra algo muy particular como catalizador y que da pie a las mejores escenas, tanto en el drama como la comedia e incluso lo erótico.
Si bien Brad Pitt y Angelina Jolie son pareja en la vida real, sus contrapartes en la ficción distan de lo que muestran en público tanto juntos como por separados.
Aquí el personaje de él es más agitador que el de ella, pero son las miradas, silencios y los momentos justos de diálogo los que hacen que el personaje de Jolie brille por sobre el resto.
El rol actriz/directora le sienta muy bien en esta historia intimista que se balancea entre la tristeza y el morbo.
Nos encontramos ante un film que disfrutarán más los que encuentren placer en relatos más lentos e historias más chicas, así que a tener en cuenta esto.
Frente al mar es una muy buena película que nos da la oportunidad de espiar a una pareja en un momento muy particular y donde se enaltece por las buenas actuaciones y una gran puesta de Jolie, quien ya se ha ganado muy bien la silla de directora.