No hay catarsis al final del camino
Diez años después de Sr. y Sra. Smith (Mr. & Mrs. Smith, 2005), película en la que se enamoraron, volvemos a tener a Angelina Jolie y Brad Pitt formando pareja. Esta vez es en Frente al Mar (By the Sea, 2015), drama producido, escrito, protagonizado y dirigido por Angelina Jolie Pitt.
Roland (Brad Pitt) y Vanessa (Angelina Jolie Pitt) es un matrimonio que llega a un tranquilo lugar en la costa de Francia. Él es un escritor famoso que busca la inspiración que le permita escribir su próxima novela, y su bloqueo y lo lleva a beber cada vez más. Ella es una ex bailarina de apariencia fría, que por dentro desborda de angustia y dolor. El matrimonio se encuentra atravesando una crisis y la relación que entablarán con una pareja joven y excitante formada por Lea (Melanie Laurent) y François (Melvil Poupaud), intentará poner paños fríos y las cosas en perspectiva para ambos, sobre todo cuando un hueco en la pared de su residencia se convierta en un pasaje al voyeurismo terapéutico.
El film intenta llevar cierta atmósfera de película intelectual europea: se desarrolla en la década del setenta en Francia, con crisis y drama existencial, lejos de cualquier tecnología que pueda hacer dispersar a nuestros protagonistas. La fotografía a cargo de Christian Berger y la música a cargo de Gabriel Yared (junto a algunas canciones de Serge Gainsbourg) son los puntos más acertados, que sugieren el ambiente y la emoción de los personajes, acompañados de los bellísimos paisajes que los rodean.
El resto está bastante desacertado. Excesivas escenas en las que abunda el silencio, y en los momentos que hay diálogos, los mismos son bastantes chatos y las tomas repetitivas, como con la intención de insistirnos sobre determinados temas. Lo que hace que dos horas resulten tediosas.
Las actuaciones están correctas, pero no se nos cuenta bien la historia: el conflicto trascendental no es tal, por lo cual el interés se va perdiendo a medida que corre la película.
Tanto Angelina como Brad logran cautivarnos tan solo con su presencia, y tienen a sus espaldas muy buenos actores secundarios. Posiblemente ese sea un motivo consistente como para sentarse a ver esta historia emocional, que nos llevará a amarla u odiarla.