Gol en contra
Hasta ahora, estaba convencido de que una comedia con Diego Peretti no podía ser del todo mala. Es que con su timing para el diálogo y para el humor físico, el actor de No sos vos, soy yo, Tiempo de valientes, ¿Quién dice que es fácil? y Música en espera lograba elevar el nivel de cualquier película, por limitada que la misma pudiera ser. Con Fuera de juego se cortó la racha: el film es muy flojo y ni siquiera Peretti está bien.
Como para justificar la coproducción, la película arranca en Buenos Aires (donde hay algo más que un cameo de Ricardo Darín y un bolo de Martín Palermo) y luego transcurre casi íntegramente en España. No tiene sentido ser muy detallista con la sinopsis, pero lo concreto es que Diego (Peretti), un médico solitario que odia el futbol, terminará en la Madre Patria tratando de negociar el pase al mismísimo Real Madrid de un joven y talentoso jugador (un inexpresivo Ricardo “Chino” Darín) junto a Javi (Fernando Tejero), un típico chanta/oportunista que también se arroga el derecho de representar al muchacho.
Además de enredos y vueltas de tuerca ligadas a un negocio futbolero plagado de buitres y mafiosos (todo presentado de manera muy torpe, obvia y previsible, por cierto), hay unas subtramas románticas que resultan todavía peores. Los personajes femeninos (ay... Carolina Peleritti) son simples rellenos para una historia sustentada en lugares comunes y estereotipos varios.
Más allá del esfuerzo de producción (recrear el universo de la Liga de España), a nivel de narración, de fluidez y de dirección de actores lo del realizador David Marqués es poco menos que indignante (el guión tampoco lo ayudó mucho).
Con esta película Warner Bros. vuelve a distribuir cine argentino en la Argentina. Es una buena noticia y el lector habrá notado que el despliegue de marketing para el lanzamiento ha sido muy amplio. No sé cómo le irá comercialmente al film (no es el ámbito de una crítica el ideal para un análisis económico), pero seguramente WB encontrará en el futuro productos más nobles para trabajar. Este es un verdadero gol en contra.