Pareja despareja en el negocio del fútbol
La película del español David Marqués cuenta la historia de dos hombres que se conocen cuando intentan salvarse con la venta de un joven jugador las grandes ligas. Algunos pocos gags para un resultado fallido.
La crítica podría empezar con algunas ironías de corte político, como la de sostener que Fuera de juego, coproducción hispano-argentina filmada hace más de un año, fue motivo suficiente para que se decidiera la expropiación de Repsol. O sugerir que luego de la película se declaró la crisis económica en España. Pero no es necesario para expresar que la obra del español David Marqués ostenta la transparente definición de “comedia fallida con solo un par de logradas situaciones y gags”. Y vaya si el plato estaba servido para que la historia funcionara: una pareja despareja, la de un ginecólogo argentino y un representante español de futbolistas, pretendiendo vender a una joven promesa en el mercado hispano del fútbol. Los ingredientes de la paella estaban visibles: explorar ese mundo de empresarios, representantes, acuerdos económicos y hoteles de muchas estrellas y, al mismo tiempo, articular un discurso donde la comedia recurriera a su costado más cínico e irónico para analizar un universo tipificado. Pero no, pese a que la dupla Peretti-Tejero tiene algunos instantes felices, más por el esfuerzo de ambos que por la construcción superficial de sus personajes desde el guión, Fuera de juego es una comedia desvaída, incongruente, poco sustanciosa como representante del género.
Hay un punto de inflexión en la trama y es el momento en el que Javi (Tejero) y Diego (Peretti) se conocen en el aeropuerto cuando el segundo llega a España junto a su representado (“chino” Darín a puro anti-carisma). Ocurre que esa escena de presentación de los dos “chantas” se produce a los 20 minutos, cuando aun la película está en su zona incipiente y de construcción dramática de sus dos personajes principales y de los otros (demasiados) satelitales. Allí se caen los platos de la mesa, ya que las situaciones siguientes aparecen forzadas, de nulo impacto, con tramas aledañas que podrían estar o no, por ejemplo, la relación de pareja de Javi con su novia (Peleritti) y la de Diego con la hermana del español.
El momento feliz de Fuera de juego está al principio, cuando Diego, que odia el fútbol, se entera de que debe representar al joven jugador. Ahí surge el cameo de Martín Palermo, más duro que en los últimos partidos antes del retiro, y el del actor que encarna al tío del prometedor futbolista, un personaje simpático interpretado por el padre del “chino” Darín, en una intervención que no figura en los créditos.