Una historia con imágenes fuertes, impactantes y provocativas.
Este cineasta en cada nueva entrega de un film llama a la polémica, puede obtener abucheos, premios y elogios. El film “La humanidad” (1999) ganó premios del jurado en Cannes y los de mejor actor y actriz, se dividieron los comentarios en el público y la crítica. Esta historia que llega a nuestra cartelera se proyecto en el último BAFICI.
Se desarrolla en una zona rural en el Norte de Francia, a orillas del Canal de la Mancha, cerca de una aldea rodeada por ríos y pantanos. Allí vemos a dos jóvenes, uno de ellos es un hombre
(David Dewaele) que parece ser un profeta mendigo, vive de forma salvaje en una especie de carpa, entre las dunas y también se refugia entre las plantas, lo rodea un pueblo de tres o cuatro casas.
Todos los días se reúne con una mujer joven (Alexandra Lematre) delgada, su cara se encuentra llena de cicatrices, su aspecto es gótico, juntos recorren por la mañana la zona, se invocan a alguien, sus manos las unen para realizar una especie de rezo o invocación mirando al sol naciente; luego lo vemos a este hombre que toma una escopeta y mata al padrastro de la muchacha que abusó de ella, siempre están juntos, lo alimenta y se ocupa de él, ella tiene su casa, vive con su madre.
Pasan el tiempo juntos, recorren el paisaje de las dunas y el bosque, todo está lleno de misterio, hasta la actitudes de este hombre son extrañas, algunas mujeres del lugar le piden consejos, hasta asiste a una adolescente que se encuentra enferma. Él con su método la sana.
Realizan quehaceres cotidianos, rondan los misterios, está presente el sexo, la soledad, la moral, la religión. Todo el relato del film está basado en las expresiones y en la fotografía .Los diálogos son escasos. Su relato no es para cualquier espectador, este es algo abstracto y complejo, ideal para los seguidores del director francés Bruno Dumont.