Opulencia vacía
"Fuerza antigangster" es una película llena de todo tipo de recursos narrativos donde ninguno esta usado de buena manera. La gran cantidad de explosiones, tiroteos y peleas de puño garantizan el entretenimiento, pero ni siquiera estas escenas se construyen con calidad. La trama está tan sobrecargado de incongruencias como errores. Si bien la historia es bastante atrapante, el disfrute del espectador solo será extremadamente fugaz.
Nada, pero nada, en está película funciona. Los personajes, con Sean Penn a la cabeza, están horriblemente construidos, las escenas carecen tanto de gracia como lógica, los giros argumentales fallan en sorpresa y efectividad, las relaciones entre los personajes están terriblemente forzadas, los diálogos son demasiados pretenciosos para su nivel intelectual, la trama no es ni consistente emocionalmente ni racionalmente edificada y, por último, hay demasiados elementos que son a priori incompatibles y no logran el desafío de unirse de manera apropiada, como por ejemplo principal la trama tiene un desarrollo y estética demasiado clásica para sus secuencias de acción excesivamente modernas.
Lo sorprendente de "Fuerza Antigangster" es que todo su personal está lleno de gente muy talentosa y experimentada. Desde el director y sus técnicos, hasta los actores. El único principiante es el guionista con su primera película después de trabajar en los guiones de la serie televisiva Castle, pero es obvio que no es único responsable. Son esas raras excepciones donde Hollywood mete la pata y en grande. A pesar de hacerse con una calidad de primer nivel, la película fracasa casi de minuto cero. ¿Realmente a alguien le puede parecer verosímil que un judío ex-campeón de boxeo pueda ser la cabeza de semejante organización criminal cuando es de público conocimiento que las mafias de aquella época fueron mayoritariamente católicas y encima los boxeadores, especialmente los campeones, nunca sobresalieron por su inteligencia?