Bicho de ciudad.
Fuga de la Patagonia nos sitúa en las postrimerías del siglo XIX, 1879 para ser más precisos, el perito Francisco Pascasio Moreno, encargado de cartografiar los inexplorados –por el hombre blanco– territorios de la Patagonia, es tomado prisionero por la tribu mapuche. A pesar de la buena relación que existía entre Moreno y el cacique Valentín Sayhueque, el perito es condenado a muerte por el Consejo Mapuche. Es entonces cuando el explorador decide escapar de su certera muerte, pero en su intento de fuga deberá recorrer ríos, bosques, desiertos y enfrentarse al Francisco Sayhueque –hijo del cacique–, quien tiene la misión de capturar nuevamente a Moreno y a otros enemigos impensados.
Sin lugar a dudas lo mejor de esta producción son los imponentes paisajes que podemos observar durante el metraje: la belleza de la Patagonia argentina es capturada por la impecable fotografía de la película, y las locaciones pasan a formar parte de la cinta como un protagonista más: el hermoso río de aguas turquesas, los bosques verdes y los desolados desiertos no están ahí únicamente para ser contemplados por los protagonistas.
Al leer la sinopsis de Fuga de la Patagonia el espectador puede llegar a pensar que se encuentra frente a una cinta de acción y suspenso, pero lo cierto es que la película cuenta con algunas pocas escenas que nos aceleran el corazón. La cinta se mueve más en la vereda del drama y la aventura, casi recordando a la genial El Renacido de Alejandro González Iñárritu. Y es que nos viene a la memoria la cinta protagonizada por Leonardo DiCaprio debido a las locaciones vistas en la cinta, las duras condiciones que debieron soportar los actores durante el rodaje –hasta cuatro grados en el agua– y sobre todo por la música, aunque la epopeya vivida por Moreno no sea ni por asomo igual de espectacular y dramática que la de Hugh Glass.
Pablo Ragoni es quien encarna al explorador bonaerense, su composición del Moreno humanista que grafican los libros, lleno de cuestionamientos sobre las acciones tomadas por el gobierno es absolutamente genial, una interpretación que busca alejarse de la figura del prócer.
Si bien la figura del perito Moreno es bastante polémica, el film dirigido por Francisco D’Eufemia y Javier Zevallos no busca ponerse de un lado o del otro, deja que el espectador tome partido y saque sus conclusiones: ¿fue Moreno cómplice de la casi aniquilación sufrida por los pueblos originarios de la Patagonia? ¿O solamente fue parte de la masacre llevada a cabo durante la Campaña del Desierto por su cartografía? Que el espectador decida.
Conclusión:
Fuga de la Patagonia es una buena propuesta dentro del cine de aventuras con toques dramáticos, la sinopsis nos vende una trama mucho más al estilo western, con la acción que ello implica, pero lo cierto es que no hay demasiados enfrentamientos, y el drama pasa por otro lado. La música, las actuaciones y los paisajes convierten a esta propuesta en una producción diferente que merece ser disfrutada en el cine.