A la caza del Huinca
Resulta más que válido el intento de esta ópera prima por contar una parte de la historia argentina que trazó las coordenadas para la conquista del desierto, de la mano de Perito Moreno. En primer lugar porque Fuga en la Patagonia (2016) encuentra el espacio narrativo en el género del western para sumergir al espectador en un relato por momentos épico, que se concentra precisamente en la fuga emprendida por el geólogo y naturalista Francisco Moreno una vez que la tribu Mapuche lo condenara a muerte bajo la acusación de ser espía del gobierno nacional.
Estamos en 1879, en escenarios hostiles de la Patagonia, con un cielo que cobija la desolación en el territorio habitado por mapuches, pero también por intrusos, el ejército, cuatreros, sedientos de tierra ajena y sangre.
El río tampoco es lo suficientemente tranquilo como para dejarse arrastrar por la correntada y ese es otro obstáculo que se le presenta al protagonista de esta historia, primero acompañado por dos hombres y luego en solitario.
Si hay algo que debe destacarse en primer término de este debut cinematográfico de la dupla Francisco D'Eufemia y Javier Zevallos es la meticulosa planificación en la puesta en escena y, por otra parte, dejar en evidencia la importancia de poner el cuerpo a la hora de filmar. Ese "poner el cuerpo" se refleja en lo extra cinematográfico, así como en lo estrictamente cinematográfico, porque a los actores convocados también se los sometió a escenas físicas como por ejemplo las transcurridas río adentro, en balsas precarias y con la adrenalina que eso implica.
Tampoco puede dejar de mencionarse la calidad en los rubros técnicos, donde es destacable el trabajo de dirección y de fotografía, en manos de Lucio Bonelli, teniendo presente el clima y el escenario en el que se decidió rodar el film, con luz natural y locaciones de enorme belleza a la vez que topográficamente difíciles para transitar con una cámara. En ese sentido, el uso de steadycam en secuencias de persecuciones terrestres a gran velocidad demuestran a las claras el pulso y el nervio narrativo que hace de Fuga en la Patagonia (2016) un más que atractivo relato de supervivencia.
Sin embargo, a ese western de estructura clásica se le pueden agregar, desde las subtramas, otras aristas como por ejemplo el rol de Moreno en lo que luego sería conocido como La Campaña de la Conquista del Desierto, la masacre de los pueblos originarios gracias a la utilización de sus mapas y su conocimiento topográfico tiñen de sombras su figura. Aunque queda establecido que desde las intenciones primarias (Moreno era un utópico y entusiasta naturalista, que creía en la convivencia entre el hombre blanco y el indio) jamás hubiese pasado por la cabeza de este geólogo semejante atrocidad para con los pueblos aborígenes que lo aceptaron en un principio hasta la condena a muerte.
Si hubiese que buscar alguna referencia cinematográfica en el escueto mosaico de películas argentinas de este estilo, no puede dejarse de pensar en Jauja (2014) cuando la película busca escudriñar en los paisajes interiores más que dejarse atrapar por la belicosidad de los paisajes exteriores. Pero claro, el ejemplo más cercano a la parte estrictamente de aventura y tensión entre el hombre y la naturaleza nos remonta a la reciente El renacido (2015), desde el contrapunto de las culturas como las distintas y antitéticas cosmovisiones, en medio de la violencia, sangre, el ultraje y la ignorancia.