El infierno de los Dioses
Superando a la película original estrenada hace dos años, esta secuela de aventuras continúa con su caos en el Olimpo e introduce a los personajes en una lucha constante por evitar El fin del Universo.
Perseo (Sam Worthington, el actor de Avatar) pasa sus días en una aldea de pescadores junto a su pequeño hijo de diez años, pero la llegada de su padre, Zeus (Liam Neeson), le vaticina que la tranquilidad no durará mucho tiempo.
Con este comienzo, Furia de Titanes 2 (Wrath of the Titans 2) inicia una vertiginosa travesía que lleva al protagonista hasta las puertas del mismo infierno cuando su padre es traicionado por su otro hijo, en complicidad con Hades (Ralph Fiennes), el Dios del Inframundo.
Como salida de una trama de Shakespeare, con odios, traiciones y ambiciones familiares, la película incluye en esta continuación luchas con cíclopes, criaturas peligrosas con dos cabezas y un diablo de temer. También despliega sus alas Pegasus, el caballo alado que le permite a Perseo surcar los cielos y resurge el temor de los habitantes de Argos al Kraken, la gigantesca criatura que los amenaza. Todos son condimentos de una película que bien podría haber animado las tardes de Sábados de Super acción, con su adecuado tono fantástico.
La tecnología 3D es utilizada para potenciar la caída de piedras y cabezas de serpientes en primer plano en este relato que juega con la mitología griega y acierta en ritmo y despliegue visual. Si se la compara con su antecesora (remake del film de los años ochenta), Furia de Titanes 2 sube un escalón y coloca a tres generaciones en medio del peligro.
El film cuenta con dirección de Jonathan Liebesman (Invasión del mundo: Batalla: Los Ángeles) y el guión lleva la firma del debutante Dan Mazeau, junto a David Johnson (La Huérfana) y Steven Knight (Promesas del Este). Un trío preparado, al igual que sus protagonistas, para sortear y abrir el portón que los conduce a la aventura.