Hollywood busca desesperadamente fórmulas que le permitan seguir facturando sin correr riesgos. A lo largo lo probó todo, desde apostar a los creadores que persiguen la originalidad hasta rehacer películas que, a pesar de no haber sido éxitos de taquilla, con un buen elenco y efectos con figuras convocantes puedan atraer a los espectadores. Ahora le tocó el turno al 3D. A partir del suceso de “Avatar”, de James Cameron, que se erigió como la película más taquillera de la historia del cine, la mira de los grandes estudios está puesta los relatos en tres dimensiones. “Furia de titanes” sigue esa línea, al tiempo que rescata una historia clásica de la mitología griega y la convierte en una aventura de acción. Para hacerlo apuesta a un experto en el género, el director francés Louis Leterrier, responsable de la saga del “Transportador” y de la segunda versión, mejorada y aumentada, de “El increíble Hulk”. Su talento para hacer que las aventuras de Perseo, el hijo de Zeus que se resiste a vivir en el Olimpo, tengan el ritmo, la violencia y la emoción de las persecusiones automovilísitcas que lo catapultaron a la fama queda claro cada vez que le héroe se enfrenta a un nuevo desafío, ya sea enfrentar el ataque de alacranes gigantes como engañar a la mirada asesina de Medusa. Leterrier sabe cómo imprimirle el vértigo de los tiempos modernos a una historia archiconocida y por lo tanto carente de sorpresa como la que cuenta “Furia de titanes”. De hecho, se trata de la remake del clásico rodado en 1981 por Desmond Davis, una película que asombró al mundo por la calida de la animación cuadro por cuadro de los monstruos mitológicos, un trabajo del pionero Ray Harryhausen. Perseo es encarnado por Sam Worthington, un actor musculoso y mirada tierna que saltó a la fama al encarnar al robot con corazón humano de “Terminator Salvation” y que se consagró al encarnar al marine inválido que desembarca en Pandora en la piel de un Na’vi en “Avatar”. Con su correcta aunque inexpresiva actuación en “Furia de titanes”, Worthington se perfila como el sucesor de Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. A pesar de sus pergaminos, sus compañeros de elenco, Liam Neeson, como Zeus, y Ralph Fiennes, como Hades, apenas si, envueltos en la pirotécnica de efectos visales, logran imponer sus voces, siempre vigorosas, siempre dramáticas, pero nada más. El mayor atractivo de la pelicula es la aventura que, matizada con algunos logrados toques de humor, resulta atrapante, sobre todo cuando los hombres, los dioses y lo semidioses desenfundan sus espadas y le ponen el cuerpo a la lucha que, como todo mundo sabe, es cruel y es mucha.