Caos de pura acción
Una aventura para jovencitos —hijos de quienes acepten como edificante una fantasía bélica—, que aborda una historia en la que los malos son muy malos y los buenos, viceversa. El argumento gira en torno al grupo comando que debe enfrentar a Cobra, la organización maléfica que se infiltra en la Casa Blanca y secuestra al presidente para, desde allí, dominar al mundo (bueno sería contar con el asesoramiento de un analista de la política internacional que aclare qué puede ser peor para el resto del mundo). En el filme, la misión del grupo comando G.I. Joe será la de neutralizar esta acción, para lo que deberá luchar contra los impostores y contra la opinión pública que no está al tanto de la suplantación de roles de la que fue víctima el gobierno. La participación de Bruce Willis sugiere un refuerzo proveniente de otras desaforadas sagas fílmicas (como las interminables “Duro de matar”) pero no convence y el resultado es una película que se basa en un planteo absolutamente simplista para abordar un tema complejo; con actuaciones rígidas y un sedimento de discutible validez ideológica. Escenas de acción pura que borra los límites entre los videojuegos, las verdaderas batallas que se libran en distintos rincones del planeta y un regodeo por lo bélico que alimenta peligrosas fantasías.