Film americano independiente, de esos que escasamente vemos en el país, narra la historia de un pintor joven tratando de encontrar un camino al éxito en Nueva York justo cuando cae de visita -y algo más- su hermana veinteañera e indomable. El film tiene a su favor el nervio y la naturalidad de las actuaciones así como su aspecto de comedia de enredos, y en contra un acopio de lugares comunes que aparecen “disimulados” en una puesta en escena que busca parecer espontánea.