Mario tiene gallos de riña, acostumbrado a su soledad, pasa sus días entrenando y acompañando a sus aves. Vive a base de trabajos ocasionales en zonas rurales. Uno de esos trabajos lo lleva hasta un pueblo alejado, donde conoce a Julia, una señora mayor que perdió a toda su familia en un accidente. Ella está sola, aferrada a sus pérdidas y a su religión. En ese choque inevitable, él descubrirá emociones nuevas y ella romperá su silencio luctuoso.