Este filme es moderadamente superficial tanto en el humor que plasma, como en las máximas de vida con las que intenta aleccionar. Incluso desde su estilo narrativo en pos de la búsqueda de construir un texto es que esta demasiado trillado.
Una secuela que se vuelve en su desarrollo sorprendentemente pesada.
Luego de más de una década desde la última película tratando de sacar todo el jugo posible a la franquicia "Shrek", llega esta película derivada de "El Gato con Botas" (2011) utilizando la buena acogida del gato embustero por los fanáticos,