Esta película dirigida por Gastón Gallo es sumamente ambiciosa, recorre 30 años de nuestra historia, tiene una gran producción de época y es la historia de un niño desgraciado, abandonado por su padre y luego por su madre, que se transforma en un hombre poderoso y corrupto. Como una densa telenovela, pero que si bien tiene a Luciano Cáceres como el intenso protagonista, muchas veces está cerca del desborde, la desmesura, la acumulación de males y situaciones, con cortas intervenciones de Leticia Bredice, Luis Luque y Favio Posca. Imperfecta, aunque hay que elogiar las intenciones.