Por un lado, loable intento de contar la Argentina de cuatro décadas -desde los sesenta hasta los ochenta- a partir de la historia de un personaje que pasa de la marginalidad al éxito económico y la omnipotencia siempre en el filo de lo legal. Por otro, cierto desorden y énfasis en las actuaciones hacen que el film resulte en general fallido. Hay sin embargo buenos momentos, incluso si el queda a mitad de camino de sus intenciones.