El héroe antes del mito
Los mitos y leyendas, los santos populares, tienen un origen tan diferente como la cantidad de ellos que pueden nombrarse. Uno de los casos emblemáticos es el del Gauchito Gil, cuyo nombre real era Antonio Mamerto Gil. En este caso, Fernando del Castillo, director y guionista, nos trae una aproximación a la historia de este personaje, un gaucho que luego de regresar de su participación en la Guerra de la Triple Alianza decide, al momento de ser obligado a participar de una nueva contienda, sublevarse y huir, viviendo fuera de la ley y el orden que se les imponía. Su imagen tuvo relevancia y fue naturalmente aceptado por la gente que lo veía ya desde entonces como alguien a quien podían recurrir; una especie de benefactor.
La presentación y transición del personaje que recorre la línea temporal a través de la narración comienza con los indicios de investigación histórica y luego se abre camino en medio de la bruma del nacimiento del mito.
La producción de Jorge Poleri, ya de por sí asegura calidad y el camino de una visión respetuosa de la figura simbólica que toma forma, como prácticamente todos los ejemplos de la creencia popular, de la mano de la gente que termina de darle forma final. Es un punto alto el cuidado y la mirada en el trabajo de la imagen y la excelente utilización de las sorprendentes locaciones, sumado al muy buen elenco que integran, entre otros, Claudio Da Passano, Roberto Vallejos y Paula Brasca.
Una vez que Gauchito Gil se suelta e inicia su vuelo narrativo por fuera del seguimiento biográfico, el director traza un nuevo sendero para un recorrido emocional y mágico tanto como místico en el que la figura de estimación y culto, con una parada en su accionar heroica y rebelde. Finalmente el velo que divide y confunde al personaje en su derrotero se corre y éste cruza el umbral para dejar el mundo de los vivos y convertirse en leyenda.
Gauchito Gil es el pasaje entre la pelea de un héroe rebelde y el mito popular.
*Review de Gastón Dufour