Gauguin, viaje a Thaití, de Édouard Deluc
Este film nos relata de manera impecable y sin fisuras un período fundamental en la vida y obra del apasionado y salvaje artista francés, no reconocido en su época, Paul Gauguin, quien se sentía asfixiado y poco motivado por la atmósfera frívola y artificial del París de su tiempo.
Su idea es alejarse de los códigos morales, políticos y estéticos de la Europa civilizada por lo que se exilia en Tahití para reencontrarse a sí mismo, conectarse con su naturaleza exótica y retomar así su camino artístico, despojándose de toda comodidad y enfrentándose a la total incertidumbre.
Como un artista fiel a sus convicciones, toma una decisión radical que no es bien recibida por su esposa, quien no lo acompaña, por lo cual emprende su aventura a la isla en solitario. Para ello deja a sus cinco hijos. Se instala en una choza construida por sus propias manos.
Algo cambia en él cuando observa, como un intruso, una escena paradisíaca nocturna: mujeres que bailan alrededor del fuego. Allí se da cuenta de forma intuitiva que forman parte de la metáfora del mundo que está buscando, encontrándose en el lugar correcto que le servirá para alimentar su motor creativo.
Es entonces cuando comienza a trabajar apasionadamente, pintando y tallando en un estilo inspirado en el arte primitivo específico y salvaje de la isla.
Durante su estadía de dos años, Gauguin sufrirá la pobreza y otros pesares. Absorto en su vida de hombre libre y desafiando a la soledad y la enfermedad, conoce a Tehura, quien se convertirá en su mujer y modelo para sus mejores cuadros. Nunca se había sentido tan inspirado. El pintor se fue en busca de miradas genuinas y cautivadores paisajes y ¡vaya que los encontró!
La actuación de Vincent Cassel es extraordinaria – como nos tiene muy bien acostumbrados – en este caso interpretando a Paul Gauguin, y gracias a sus dotes actorales de características pasionales nos transportamos en esta parte de la vida del pintor y conocemos el sufrimiento, las miserias, luchas internas e incomodidades por las que atraviesa un verdadero artista incomprendido, no valorado, que murió en la pobreza y fue reconocido tiempo después de su fallecimiento; hoy considerado uno de los mejores pintores postimpresionistas de la historia y que fuera de gran influencia para los vanguardistas franceses y artistas modernos como Pablo Picasso.
El mar lo llamó y él supo responderle, convirtiéndose así en su fiel compañía. Este formará parte de sus días, lo inspirará y será testigo de su felicidad. Su majestuosidad, el aire renovado que se respira gracias a él, la fluidez y la armonía de su sonido terapéutico, estarán muy presentes desde el principio hasta el fin en el ambiente, en su corazón y en las pinturas del hombre que se reconoce niño. Él es un gran artista y lo sabe.