Las películas inspiradas en biografías de artistas plásticos pueden dividirse entre aquellas que buscan ser complacientes con las figuras y las que arremeten contra ellas.
El caso de esta propuesta se enmarca en la segunda propuesta, con un arrollador VIncent Cassel como el celebre pintor que buscaba el equilibrio preciso entre la imagen y la naturaleza y que terminó perdiéndose en un abismo del que nunca pudo volver.