Visualmente inspirado en "Blade Runner" y "The Matrix", el film basado en el manga de ciencia-ficción, impresiona desde lo estético pero resulta convencional. Scarlett Johansson es una robot con cuerpo artificial y cerebro humano que combate el crimen.
Basada en el manga de ciencia ficción creado por Masamune Shirow, la nueva aventura del director Rupert Sanders -el mismo de Blancanieves y el cazador- se ambienta en un futuro distópico, en el que la tecnología y la humanidad se funden en una primer modelo de cyber que combate el crimen.
Visualmente inspirada en Blade Runner, con rascacielos llenos de publicidades, neones y holografías en movimiento, y una cámara lenta que remite al cine de los hermanos Wachowski, La vigilante del futuro impresiona desde lo estético pero también resulta convencional en su desarrollo, plagado de diálogos sobre la crisis existencial que afronta Major, la robot con cuerpo artificial y cerebro humano que encarna Scarlett Johansson, capaz de volverse invisible y saltar desde lo alto de un edificio.
Su "depredadora" figura recuerda a Lucy, el personaje que interpretó en el film de Luc Besson. Hay varias películas dentro de una que seguramente asaltarán la memoria del espectador cuando vean a esta protagonista de la Sección 9 en acción y enfrentando a un enemigo cuyo objetivo principal es anular los avances de Hanka Robotic en el campo de la ciber-tecnología.
Entre acción sin pausas, persecuciones automovilísticas, regreso al hogar, un laboratorio y hackers de las mentes, la película permite ver a buenos intérpretes en roles menores: Juliette Binoche como la doctora que "arma" a Major; Takeshi Kitano, actor y director emblemático del cine japonés, acá nuevamente con arma en mano y desaprovechado, y Michael Pitt.
La fuerza vita encerrada en un armazón, como sucedía en Robocop, es un tema recurrente de la ciencia-ficción y aparece plasmado aquí con un envoltorio atrapante y lujoso, pero no mucho más que eso.