Steven Spielberg y Robert Zemeckis, productores de este estreno, brindaron una de las películas más entretenidas y originales relacionadas con el boxeo en estos últimos años.
La historia es una interpretación muy libre del cuento de Richard Matheson (Soy leyenda) “Steel”, que previamente fue adaptado en 1963, en un recordado episodio de la serie La Dimesión Desconocida.
Con el tiempo esa historia se convirtió en uno de los capítulos más populares de ese programa.
Esta película dirigida por Shawn Levy (Noche en el museo) sólo toma el concepto de las peleas de los robots para brindar un relato muy diferente.
De alguna manera Gigantes de acero es parecida a Halcón, el super clásico de Stallone de los años ´80, con la particularidad que en este film el catalizador que contribuye a reconstruir la dañada relación que tiene un padre con su hijo no es un torneo de pulseadas, sino un campeonato de peleas entre robots gigantes.
La temática central de las dos películas es muy parecida y cito esta referencia porque Gigantes de acero me recordó muchísimo a ese clásico de Sly.
La película sorprende también por este punto. A diferencia de lo que se vendía en los trailers, la trama tiene mucho más contenido dramático de lo que uno podía haber esperado.
En el fondo el corazón de este film reside en la relación de Hugo Jackman con su hijo, más que en las peleas de los robots, que también son una gran atracción.
La historia presenta un panorama futurista bastante realista donde salvo por la tecnología de los robots, el mundo en el que transcurre este relato es el mismo de la actualidad.
Las secuencias de acción son realmente espectaculares y salvo que no hayas tenido infancia es imposible que no te diviertas con los combates de los robots.
El concepto es muy divertido y ya se hizo realidad en el memorable programa de televisión de culto La Batalla los Robots, que el canal I-Sat emitió en Argentina hace años.
Claro que aquellos contrincantes eran mucho más primitivos que los que aparecen en este film, sin embargo, el público enloquecía igual.
Gigantes de acero es una típica fantasía infantil que los realizadores de este film lograron plasmar con éxito.
Los efectos especiales son fabulosos y las peleas por mas delirante que suene son realmente emocionantes.
Como suele ocurrir con estas propuestas el espíritu de Rocky Balboa se da un paseo por la trama.
Creo que la historia del robot Atom que sale literalmente del fango para competir con el gran campeón tiene también algo de eso.
De hecho, en la pelea final hay un par de referencias que remiten al combate de Balboa con Ivan Drago en Rocky 4.
Por otra parte el coprotagonista Dakota Goyo, que interpreta al hijo de Jackman, es realmente muy bueno y sorprende con una interpretación muy espontánea, donde se destaca con sus reacciones en más de una escena.
Gigantes de acero es una gran propuesta familiar muy entretenida que brinda una linda historia sobre un padre y un hijo que intentan darse una segunda oportunidad en la vida.
Una de las películas que más disfruté este año y definitivamente recomiendo.