La ópera prima de Sebastián Tabany, Giro de Ases (2020), se introduce de lleno, por primera vez en el cine local, en el universo de la magia, un espacio en el que las reglas parecen haberse hecho para engañar, pero que en realidad sirven como sustento para transitar la vida buscando objetivos sin tener que pedir la aprobación del otro para ser quien realmente uno debe ser.
Martín (Juan Grandinetti) es el joven empleado de un gran Casino, vive a contramano del mundo, trabaja de noche, duerme de día, y aún se encuentra dolido por una reciente separación amorosa. Al conocer a Sofía (Carolina Kopelioff), la novia de uno de sus amigos magos (Esteban Pérez), sentirá un flechazo instantáneo por ella, pero se resistirá a responder al llamado de Cupido hasta tanto comprenda cuál es su lugar en el mundo, y, particularmente, en el mundo de la magia.
Acompañado por El Rubio (Lautaro Delgado Tymruk), una suerte de guía o sensei espiritual, y Mariana (Thelma Fardin), su amiga de toda la vida, Martín deberá asumir su rol y posición, descubriendo su verdadera capacidad y potencial en la magia, más allá de su carácter recreativo para los espectadores, decidiendo qué pasos deberá tomar para no perder la oportunidad de ser quien realmente desea ser.
Tabany, cinéfilo de pura cepa, imprime a Giro de Ases una narrativa propia y distinta, que se funda en la nostalgia por un cine de otro tiempo, aquel que reunía frente a la pantalla al público y proponía historias clásicas de amor y aventuras, recuperándolo en esta oportunidad, con atmósferas y situaciones que aluden a producciones de los años ochenta del siglo pasado y en las que el espíritu de un cine recreativo familiar supo potenciar a directores y estudios, pero, principalmente, pudo sostener relatos con los que rápidamente se empatizaba por su fácil identificación de personajes y acciones.
Así, magos y magas, y una misteriosa historia tras estos, es la base para que el guion, también de Tabany, se permita transitar, sin brindar mucha información, por cierto, por el romance, el suspenso y la intriga por dosis iguales, fortaleciendo, con trucos y algunos momentos de suspenso, el enigma sobre el origen de Martín y su participación en un linaje de magos del que heredará leyes y una manera de ser en el mundo.