Glass

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Al final de su último y complicadísimo psychothriller “Fragmentado”, el director de “El Sexto sentido “, M. Night Shyamalan sorprendía al público al retomar al personaje de Bruce Willis de su muy anterior “El protegido”, una película fantástica e inspirada en el mundo de los superhéroes de historieta en donde también aparecía un extraño personaje a cargo de Samuel L . Jackson. Ahora, con “Glass”, Night Shyamalan cierra una trilogía que combina estas tres películas de modo un poco tirado de los pelos, pero con muchos momentos más que impactantes. La trama describe los intentos de una psiquiatra por lograr que a través de un tratamiento ad hoc los tres protagonistas se convenzan de que no son seres especiales con poderes sobrehumanos surgidos de algun comic, sino personas comunes y corrientes.

Claro que el público ya sabe que esto no es así, y por lo tanto las consecuencias de tratar de tener a estos personajes en un psiquiátrico finalmente demostrarán no sólo ser inútiles sino también negligentes. Esto especialmente cuando el Dr. Glass, interpretado por Jackson, le explique a una de las nueve personalidades de Mc Avoy la necesidad de asociarse, como en las historietas en las que los archivillanos se alinean en contra del superhéroe.

Si bien las intrincadas vueltas de la trama no siempre convencen ni lucen sensatas, en “Glass” hay tensión suficiente para mantener entretenidos a los fans de las dos películas anteriores y del género fantástico en general. El que vuelve a descollar es McAvoy con sus personalidades múltiples siempre sorprendentes, que el director aprovecha muy bien en su fase llamada “La bestia”, que da lugar a fascinantes escenas de super acción historietística.