Si uno no tuviera la vocación de medir todas las películas que ve con la misma vara (léase: poniendo lo máximo de conocimiento y criterio al servicio de desglosarlas y analizarlas), este comentario tendría sólo un par de líneas. Algo así como: “A la función privada de prensa asistió el club de fans oficial de Glee en Argentina. Terminada la proyección el aplauso fue elocuente”. Este hecho real colabora con el axioma:“Es para los fanáticos de…” pero no alcanza para saber si “Glee 3D. La película” está bien hecha o no.
Debo decirle al respecto que este producto no puede ser analizado desde el punto de vista cinematográfico, aunque como hecho cultural lo sea.
Si usted no está al tanto le comento que Glee es una serie de Fox que está entrando en su tercera temporada. La acción dramática se posa en un grupo de estudiantes secundarios unidos por una característica común: Son y se consideran “perdedores”. De hecho la señal con la que se manejan es la de formar una L (de Loser = perdedor) con los dedos índice y pulgar, llevarla a la frente. ¿Reclamará derechos de autor Pettinato?.
Cada personaje atraviesa el conflicto de ser aceptado socialmente con alguna característica particular como, por ejemplo, ser gay y no poder decirlo, ser inválido, negro, tímido, gordo, etc, etc. Todos ellos encontrarán en la música, el canto y el baile el lugar en donde poder expresarse sin tapujos, encontrar amor, compasión, compañerismo y la ya consabida, y ansiada, inclusión, siendo aceptado cada uno como es. En medio de todo esto hay una tremenda parafernalia de castings de actores y actrices que conforman el elenco, millones de dólares en merchandising y en las cuentas de todos los involucrados. Por supuesto que detrás de la música hay super profesionales del medio como Adam Anders, el compositor y productor detrás de otros fenómenos como “High School Musical”(sreie de TV 2006/2011) o “Hannah Montana”(Serie de TV 2006)2011)..
Glee es un fenómeno juvenil como alguna vez lo fue American Idol, o su versión vernácula Operación Triunfo. ¿O era Escalera a la fama?. Como sea. Ante la oportunidad de preguntarles a la creadora y a la presidenta del club de fans (Verónica Antelo y Valeria Massignani, respectivamente), cuál es el motivo de semejante fenómeno, la respuesta fue exactamente lo que se ve en la TV: Glee es una serie con historias de perdedores que a pesar de su condición pueden llegar al éxito, la fama y a triunfar. Cualquier semejanza con el sueño americano no es pura coincidencia. Ambas se encargaron, además, de subrayar que el baile y las canciones tienen tanta importancia como los protagonistas.
No lo aburro más. “Glee 3D. La película” es el registro de un concierto que todo el elenco dio durante su gira por los Estados Unidos. Veremos números musicales de todos los “perdedores” (por separado y todos juntos), incluyendo una aparición de Gwyneth Paltrow cantando una de las canciones del repertorio.
Todo este recital está cortado por dos tipos de inserts. Los obvios del backstage con los protagonistas tirándose bromas internas, y los más obvios aún que son los de la gente fuera del estadio antes de entrar al concierto, lugar en el que me gustaría detenerme por un instante. Ya dijimos que Glee es la historia de perdedores que llegan al éxito, razón principal por la cual tiene tantos seguidores. Pues bien, fíjese que los chicos elegidos del público para ser compaginados en “Glee 3D...” tienen las mismas características. Aparece una nena de no más de 15 años con una patología llamada Asperger (dificultades para interactuar socialmente), o un chico de no más de 16 que pudo salir del armario orgullosamente, sólo para citarlos como alguno de los ejemplos. Vale decir, es la gente de la producción buscando “perdedores” entre los asistentes. Perdedores con una historia horrible para contar y cuya solución parcial fue… Glee. Pregunta: ¿Hace falta aclarar que los descartados para la edición fue gente sin demasiados dramas? No quiero imaginar la cantidad de entrevistas a fanáticos “ganadores” fuera del escenario que la producción habrá hecho hasta llegar a las que aparecen en la película. Así que si lleva a la nena a ver a Glee cuando llegue a nuestro país, y lo entrevistan en las afueras del Monumental, ya sabe como la ven los creativos del show.
Lo musical es impecable destacándose las tremendas versiones de “Somebody to love” y “Fat bottomed girls” (originales de Queen), “P.Y.T”. (original de Michael Jackson) y el leit motive de Glee, un tema muy pegadizo que se llama “Don’t stop believin’.
¿El 3D? Absolutamente desperdiciado. Intrascendente, ¡bah! Si usted quiere empezar a entender el fenómeno Glee comience por la TV. Esto es un concierto bien filmado, pero con pocas respuestas para los desinformados.