Señora de Nadie
Ella es sola. Ella es ella y su circunstancia. Ella y su presente. Ella y su soledad que la agobia. Ella y su música, sus bailes, sus distancias y sus miedos. Disfruta de cada baile como si fuera el último. Elige a sus compañeros con recelo, pero también sabiendo que no la molestarán luego. Hasta que llega Rodolfo y a "Gloria" (Chile, 2013) todo se le cambia y resignifica.
Porque creyéndose dueña de sus sentimientos, Gloria (Paulina Gaitán), una mujer divorciada, con dos hijos, empleada, quien mantiene una rutina gris por el día e iluminada y colorida por la noche, nada la había preparado para el sorpresivo encuentro con este hombre.
Él le promete el cielo en la tierra, y ella cae rendida a sus pies, sin importarle mucho su historia personal y que ese celular suene mil ochocientas veces en cada encuentro que tengan.
La pasión irrefrenable, la sexualidad redescubierta, irán cediendo frente al amor, porque sí, Gloria, se enamorará, muy a pesar suyo, porque ella ya estuvo en esa trampa, muchos años de su vida, pero para nada.
Sebastián Lelio construye un relato sobre la madurez sentimental de la protagonista y aprovecha para investir al personaje de un complejo entramado de sentidos que le permiten, además, hablar del chile actual.
Las manifestaciones estudiantiles, los cacerolazos, los últimos hechos que conmovieron al país visitados desde la ficción. En un almuerzo Gloria dialoga con unos amigos que supieron militar en la izquierda durante su juventud. La mujer dice "hay que volver a amar a este país", a lo que el marido responde severamente "Chile es una réplica de algo que se está pensando en otro lugar del mundo desde la codicia", para luego agregar "las redes sociales surgieron desde la necesidad de unirse de los jóvenes, antes nosotros salíamos a las calles, ahora la manifestación es espiritual".
Pero ella no opina, prefiere descubrir su nuevo mundo, lleno de alegría y también de relajación a partir del encuentro de un pequeño placer que un vecino deja por error en su puerta.
De la cursilería que Rodolfo le dice a la dureza con la que el desamor y el engaño una vez más la golpean ella intentará superar una vez más las trabas que le aparezcan.
Porque a sí es Gloria, con una inmensa Paulina Gaitán, que aprovecha al máximo la posibilidad otorgada en un filme que nos llega tarde pero que celebramos que finalmente lo haga.
PUNTAJE: 7/10