Shakespeare Re Cargado
Si alguna persona afirma que William Shakespeare ha pasado de moda, solo debe ver la cartelera porteña y pensarlo dos veces. Porque las propuestas más pochocleras de la semana están inspiradas en obras del gran dramaturgo y poeta inglés del siglo XVI.
Si Kenneth Branagh con Thor se inspiró en obras de Shakespeare para crear un mundo de fantasía, en Gnomeo y Julieta, utilizan fantasía para recrear la más popular y acaso, sobreestimada obra de su autoría.
Solo que esta vez, adaptada a un público infantil… bastante infantil, por lo tanto, toda referencia sexual, suicida u otros venenos censurables para la audiencia menor de edad, son modificadas. Los que leyeron o conocen el final de la obra, entenderán de que hablo.
Lo llamativo, curioso y original de esta propuesta de ex integrantes de Dreamworks Animation instalados en una subcompañía de animación de la Disney (no es Pixar, pero tampoco Disney Animation, o sea John Lasseter no tuvo que ver en nada con esto, y su ausencia es notoria) es que los protagonistas son duendes y animales “inertes” de jardín. Los mismos cobran vida cuando no los ven. No se trata de Una Noche en el Museo, sino más bien y una adaptación de Toy Story.
Así que, mezclamos a la idea original de Lasseter con Shakespeare y sale esta propuesta que pinta mejor en el trailer de lo que termina siendo.
El principio es bastante divertido. Como en toda obra shakesperana, tenemos un presentador, que introduce el conflicto: la historia de dos familias que se oponen a muerte. Por un lado los duendes rojos que pertenecen a la vecina Montesco, y por otro, los azules que pertenecen al vecino Capuleto. Ambos son humanos, viven separados por una pared en el Pasaje Verona de Inglaterra y se odian mutuamente. Ese odio se transmite en todos sus duendes. La competencia entre ambos se lleva a cabo mediante carreras sobre cortadoras de cesped. El campeón de los azules, es Gnomeo. Sin embargo en una carrera, el forzudo Teobaldo hace trampa y lo deja fuera de competencia. Esto genera una serie de desventuras que terminan cuando Gnomeo, hijo de la jefa de los azules, conoce casualmente en un punto neutro (un tercer vecindario) a la hermosa Julieta, hija del lider de los rojos. Ambos se enamoran perdidamente, y sus respectivas familias harán lo imposible por impedir que se desarrolle esta historia de amor.
La primera mitad es bastante ágil y divertida. La meticulosidad con que está creado cada detalle en el aspecto visual de los personajes es notorio, aunque no tanto el carácter de cada uno, que es bastante estereotipado. El problema viene cuando las familias empiezan a oponerse a los amantes y se dan sucesivas, repetidas, monótonas persecusiones que buscan el efectismo y entretenimiento, sin pensar demasiado en un discurso narrativo. En este momento todo se desbarrancá además por falta de ingenio a la hora de escribir el guión. No por nada hay como diez escritores que figuran en los créditos, incluyendo a los que hicieron la historia y la adaptación de la original.
Si se hubiesen apegado un poco más a la obra, adaptado solamente los diálogos y cambiado el final, no hubiesen hecho falta tantas personas.
No es que no sea entretenida o divertida, pero la imaginación se agota rápidamente, se introducen elementos previsibles que no parecen demasiado sustanciosos y resultan forzozos (especialmente meterlo a Shakespeare en el medio es poco original).
Los más chicos la van a pasar bien, viendo como pelean estas dos bandas rivales de gnomos que parecen sacados de los Kinder sorpresa.
Para los adolescentes / adultos que los acompañen, en cambio, solo les quedará como alternativa divertirse viendo la versión original subtitulada, adivinando quiénes ponen cada voz (aparecen desde James Mc Avoy, Emily Blunt, Michael Caine, Jason Statham y Maggie Smith en los roles principales, hasta extrañas figuras como Hulk Hogan, Dolly Parton y Ozzy Osborne en pequeños papeles. Sin duda, lo mejor debe ser escuchar a Patrick Stewart como Shakespeare).
Musicalmente, en cambio, los fanáticos de Elton John van a estar satisfechos, ya que temas clásicos y nuevos del cantante pop británico acompañan la banda sonora de James Newton Howard. Igualmente, escuchar el estribillo de “Rocketman” constantemente en forma instrumental como si fuese un leit motiv, termina agotando tanto como las constantes persecusiones entra ambas familias.
Más cerca de Shrek que de un producto supervisado por John Lasseter, Gnomeo y Julieta es un trabajo infantil que se queda a mitad de camino, y prontamente será olvidado.
Ahora bien, si el director, Kelly Ashbury hubiese hecho una versión más fiel, con el verdadero final de la obra, la moraleja sería otra, y los chicos aprenderían mucho más de la vida. Es más fácil mentirles, que Pixar se encargue de la reflexiones.