Sin importar que se lo piense como un cineasta transgresor o uno sobrevalorado, Jean Luc Godard es uno de los cineastas más relevantes de la historia. Godard Mon Amour es la historia de una de estas transgresiones, planteando muchas preguntas sobre cuál es (o debería ser) el verdadero rol del cine.
Jean Luc le fou
Tras el rodaje de Le Chinoise, el cineasta Jean Luc Godard se casa con su actriz protagonista, Anne Wiazemsky, 17 años más joven que él. Ella ama su inteligencia e ingenio, él su juventud y la admiración que le tiene. Esta unión no pudo haber llegado en un momento más desafiante: el deseo de Godard de ser reconocido como un revolucionario más allá del cine. El que su película haya sido rechazada por la comunidad intelectual, y que justo se desate el Mayo Francés, no ayuda nada a la situación y menos que menos al futuro de su relación.
Godard Mon Amour no es un romance ni pretende serlo. Si lo hay, no es otra cosa que una puerta de entrada, un marco de referencia sobre lo que realmente apunta a contar: un debate sobre el verdadero rol del cine. Pero no tanto el debate por todos conocido (entretenimiento o reflexión intelectual), sino el de su utilización como herramienta de manifestación política. El deseo de Godard de ser un revolucionario político es el que motoriza una gran parte de la película: veremos el repudio en respuesta como un provocador gratuito, como un frívolo, como un pretencioso. No obstante, Godard sigue adelante con esta determinación que paulatinamente lo aleja de todo: de sus amigos, de la comunidad cultural, de su público, de la mujer que ama. Las intensas peleas y el compromiso sostenido de Godard a no doblegarse es lo que le dan a la película su atractivo.
También es necesario señalar las múltiples referencias a los recursos visuales de Godard a lo largo del film (en particular Vivre Sa Vie y El Desprecio, por mencionar algunas), y por otro lado, ciertos recursos utilizados de forma irónica. Por ejemplo, que los dos personajes estén íntegramente desnudos al discutir la utilidad o lo gratuito del desnudo en el cine.
En materia actoral, Louis Garrel entrega una notable labor interpretativa como el legendario cineasta francés. Stacy Martin, lo acompaña poniendo el cuerpo con mucho sentimiento en más de una escena. En materia técnica, lo que es fotografía y montaje se mantiene bastante tradicional, pero es en la dirección artística donde vamos a encontrar el mayor grosor de las referencias Godardianas, particularmente en la forma que utiliza los colores rojo, azul y blanco, que curiosamente son la paleta de colores que definieron a El Desprecio.
Conclusión
Godard Mon Amour es una película que si bien ilustra efectivamente el deseo de un hombre de trascender más allá de la frivolidad, tiene demasiadas referencias para acceder a un público general. El verdadero debate se generará entre la comunidad cinéfila, porque estamos hablando de una narración muy tradicional sobre un cineasta que se ha distinguido por estar escapando constantemente de dicho modelo.