Godzilla II – El Rey de los Monstruos: Arrodíllense ante el rey.
Godzilla, Mothra, Rodan, King Ghidorah… es el poderío destructivo de estos monstruos lo que sostiene una película algo fallida pero entretenida e imponente.
Probablemente nadie espera una trama gloriosa en este tipo de películas, pero Godzilla tiene una rica historia para explotar, y esto es algo que intenta lograr este film aunque erróneamente. En este caso nos ponen en la visión de la familia Russell, compuesta por la Dra. Emma (Vera Farmiga), Mark (Kyle Chandler) y su hija Madison (Millie Bobby Brown), quienes tuvieron una pérdida importante con lo sucedido en la anterior película del 2014. Ellos, especialmente la doctora, serán un elemento importante para un intento de moralidad en la trama.
También se involucra a una agencia “crypto-zoologica” llamada Monarch que intenta enfrentar o controlar a una cantidad de monstruos gigantes inusitada. Nos referimos a unos seres grandiosos, los verdaderos protagonistas, que incluyen a Mothra, Rodan, y King Ghidorah, entre muchos otros. Con Godzilla siendo el protector de nosotros, como apreciamos en el anterior film.
Cantidad de monstruos aprobada, pero la calidad de peleas apenas logran aprobar. Las tormentas de lluvia y nieve molestan la visualización de algunas luchas. El arte visual de la primera (gracias a la fotografía de Seamus McGarvey y la dirección de Gareth Edwards) desaparece por momentos. En este caso la cantidad de lluvia quizá traiga traumas de lo visto en 1998, pero tranquilos, no es así de mala.
El director y guionista de esta Godzilla, Michael Dougherty, junto al guionista Zach Shields, pareciera que les gusta tanto la nieve (Ambos vienen de la película «Krampus») que la utilizan en exceso en algunas partes de la película.
Aun así, la presentación de los monstruos con esa iluminación de neón, brillante y excelsa, puede generar excitación en el espectador hasta el punto de gritar en el asiento y apoyar al gigante Gojira. Sin embargo, el exceso de este tipo de presentaciones quizá canse por momentos. Las peleas, a pesar de no ser tan claras en ocasiones, tienen sus planos enriquecedores que se apreciarían en su totalidad en una pantalla gigante. El sentido de dimensión que apreciamos en la primera película solo aparece en ciertos planos. Igualmente es muy difícil no sorprenderse en la magnitud y belleza de monstruos como Mothra o King Ghidorah.
Por otro lado, las decisiones de los personajes de carne y hueso son cuestionables; intentan ser justificadas por un sobre explicativo primer acto que entorpece el desarrollo del guion. La narración vinculada a la familia trae un drama común, y quizá más elaborado que en la primera película. Sin embargo, el dolor de la pérdida de un ser querido no está para nada bien utilizado, otra vez. (recordemos que Bryan Cranston fue el único de los personajes que se destacó en la primera película). Mientras que en Godzilla: King of Monsters ninguna actuación destaca, Millie Bobby Brown quizá sea la que más sobresale, quedando bien parada y demostrando que puede hacer un personaje más allá de Eleven en «Stranger Things».
Dejando de lado los personajes de carne y hueso, de las malas decisiones que cometemos los humanos, la situación moral ya vista, de dudar de Godzilla, entre otras cosas, acá vinimos a ver a los monstruos. A pesar de la destrucción que vuela a su alrededor, se puede apreciar lo imponente de las bestias. Con planos hechos para el trailer que son los que más se destacan. Como si fueran pósters para vender.
La decisión de mostrar a Mothra fue la más acertada en esta película, con una imponente belleza que cualquier ojo apreciaría.
Hay batallas entre ellos que podrían haber dejado mucho más, con alguna secuencia que podría haber durado varios minutos más, similar a la que vimos en la primera película. Los colores, el sonido y peleas en alta definición son los elementos que destacan. Además de una mención a la próxima película Godzilla vs Kong, y a una escena post-créditos que parece indicar que los monstruos llegaron para quedarse.