Godzilla 2

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Tan famoso como cualquier monstruo occidental, Godzilla nace en Japón en la década del "50 de la mano del productor Tomoyuki Tanaka, inspirado en una película de monstruos del norteamericano Lourie del año "53. Con un grande de los efectos especiales (Tsuburaya) y un asistente de dirección del gran Akira Kurosawa, Ishiro Honda, el terceto fue gestor de la primera película con el monstruo que arrasó, dejando el camino libre para las futuras.
El filme de Michael Dougherty, guionista de "X-Men 2" y "El retorno de Superman", se inspira en la película de 2014. En el nuevo filme se habla sobre la Agencia Monarca de Criptozoología, dedicada al estudio y control de animales se supone que desaparecidos o mitológicos, y que da a conocer el peligro de estos monstruos. Advertidos los gobiernos internacionales de la aparición de semejantes titanes, nombres como Godzilla, Monthra, Rodan (el alado) y Ghidorah (con tres cabezas) serán las mascotas contra las que habrá que luchar mientras compitan por su supremacía.
Alrededor de tamaños renacuajos giran los más variados personajes, con una trama base en la que una madre, la doctora Emma Russell (Vera Farmiga), y su hija adolescente, que son secuestradas por un ecoterrorista que lucha por salvaguardar el planeta, mientras el padre y esposo es convocado por la agencia Monarca.
Paralelamente, se suman personajes, algún excéntrico admirador de monstruos como el doctor Serizawa (Ken Watanabe), y otros ignotos que observan, reflexionan y aconsejan respecto de la tragedia que se amplía al resto del universo. Todos de alguna manera forman parte de la lucha desigual que se desarrolla en distintos lugares del planeta, en el cielo, en el agua o en la tierra, donde la guerra global desató un infierno.

APOCALIPTICA
"Godzilla II: El rey de los monstruos", con diálogos y actitudes en general inverosímiles, desborda en una parafernalia de efectos especiales en que chocan semejantes bicharracos con un aglutinamiento de aquelarre, ayudados por claroscuros y humos varios (como en un concierto de rock). La sensación es verdaderamente apocalíptica y ningún admirador de este tipo de filmes se va a sentir defraudado. Todo con la ayuda de tecnología de primera, música vibrante, con alguna que otra dimensión cósmica y, según los adeptos, utilización de ritmos originales de la saga oriental.
Por supuesto, hay confrontaciones humanas de los audaces, los solidarios y los más o menos activos, que hacen lo que pueden en esta plataforma desigual donde lo único válido es jugar a ver quién aguanta más.
Reiterativa por momento, sorprendente a veces, con algún nuevo gorgojo amenazante al que no le hacen mella aviones supersónicos o nuevas armas en calidad de prueba, "Godzilla II..." cumple con los mandatos del género y agota un impactante escenario visual.